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Desde Italia, una señal fuerte para la Unión Europea

Construir una Europa conservadora - mayo 16, 2025

Meloni en la cumbre del CPE: «Albania es europea como Italia. Sí a la reunificación de Europa»

En la cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE) celebrada en Tirana, la Primera Ministra italiana, Giorgia Meloni, pronunció un discurso en el que abordó temas centrales para la identidad del continente y su evolución política, haciendo especial hincapié en el proceso de integración europea y en el apoyo incondicional a Ucrania. Un discurso lleno de significado simbólico y político, que reafirma la visión de una Europa cohesionada, capaz de reconocer y valorizar sus diversidades internas. Meloni quiso ante todo subrayar la pertenencia de Albania a Europa, no sólo en un sentido geográfico, sino sobre todo cultural e histórico. «Albania es evidentemente europea, como Italia, Serbia, Noruega, independientemente de que formen parte de una u otra organización», declaró el Primer Ministro. La Unión Europea no se describe como un club exclusivo, sino como «el hogar» en el que realizar lo que Meloni denomina «reunificación europea». Un concepto que va más allá de las fronteras políticas y burocráticas, abarcando una visión más amplia e inclusiva de la identidad europea. Meloni utilizó una sugerente metáfora para describir esta unidad en la diversidad: «como los diferentes dedos de una mano», cada nación europea, a pesar de sus peculiaridades, forma parte de un todo único. Es una visión que se opone a cualquier lógica de división o exclusión, y que aspira a una colaboración creciente entre los estados del continente, independientemente de su estatus formal dentro de la UE. Pero la intervención de la Primera Ministra fue aún más incisiva cuando habló de Ucrania y del conflicto en curso. «No hay nada más europeo que un pueblo dispuesto a arriesgarlo todo para defender su libertad y su independencia», dijo Meloni, alabando el heroísmo y la tenacidad de los ucranianos, que cada día -según la primera ministra- «nos recuerdan qué es Europa y cuál es el aspecto más profundo de nuestra identidad común: la libertad». Se reiteró enérgicamente el apoyo de Italia a Ucrania: «Seguiremos al lado de Ucrania y lucharemos para que esta guerra termine inmediatamente. Porque nuestra seguridad y nuestra libertad dependen del restablecimiento de la fuerza de la ley sobre la ley del más fuerte». Dirigiéndose directamente a Volodymyr Zelensky, que estaba presente en la sala, Meloni reiteró que Ucrania quiere la paz, y acusó implícitamente a las demás partes implicadas de no estar dispuestas a negociar de buena fe. «El mundo comprendió quién estaba realmente dispuesto a sentarse a la mesa de negociaciones y quién no. Y esto demuestra también, frente a cierta propaganda, quién busca la paz y quién no». Aunque reconoció las dificultades del momento, Meloni instó a no rendirse: «No debemos interpretar lo ocurrido ayer como un revés y tirar la toalla. Por el contrario, debemos insistir con determinación para obtener finalmente un alto el fuego incondicional y un verdadero acuerdo de paz con serias garantías de seguridad para Ucrania». Las palabras del Primer Ministro italiano se inscriben en un contexto europeo aún atravesado por tensiones e incertidumbres, pero también por una creciente conciencia de la necesidad de una acción común. Meloni envió un mensaje claro: Europa debe estar unida no sólo en principios, sino también en acciones. La paz, la libertad, el respeto del derecho internacional son los pilares sobre los que edificar una nueva fase de la construcción europea. En definitiva, el discurso de Meloni en la cumbre del CPE de Tirana destaca por su doble intención: por un lado, reforzar el vínculo entre Europa Occidental y los Balcanes, promoviendo una visión integradora del continente; por otro, confirmar el compromiso de Italia en la vanguardia de la defensa de los valores europeos, representados hoy por la lucha de Ucrania por su libertad. Un discurso que pretende dar a Europa un alma más cohesionada, más consciente y más decidida a afrontar los retos del presente.

 

Alessandro Fiorentino