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¿Hasta qué punto será feroz el choque entre izquierdistas y conservadores europeos?

Política - marzo 14, 2024

La campaña electoral previa a las elecciones al Parlamento Europeo será en muchos Estados miembros una batalla entre los partidos socialdemócratas de izquierda y los nuevos partidos conservadores de orientación nacional. Según muchos observadores, estos últimos tienen impulso y pueden obtener un éxito electoral.

¿Cómo piensan los socialdemócratas intentar frenar la tendencia a la baja de la izquierda en Europa? En Suecia, los socialdemócratas siempre han sido fuertes, y ahora se aplica allí una nueva táctica.

Por una Europa fuerte – frente a los conservadores

Recientemente, la líder del partido Magdalena Andersson (S / S&D) apareció en el programa de entrevistas líder en el servicio público, «30 minutos». Allí sorprendió al presentador al describir a los socialdemócratas como el partido que más quiere hacer «fuerte» a Europa. En un tablero de juego, cada invitado debe situar a su partido en una escala que va del nacionalismo al federalismo europeo.

Magdalena Andersson se situó en el extremo de la orilla federalista, mucho más federalista de la UE que los liberales (RE).

Pero siempre habló de «Europa», de hacer fuerte a Europa, no de hacer fuerte a la «Unión Europea».

La entrevista se volvió extraña porque el presentador no captó esta diferencia y preguntó si los socialdemócratas quieren transferir más poder a la Unión en Bruselas.

A lo que Magdalena Andersson respondió: «no».

Explicó que quiere hacer fuerte a Europa cooperando y «permaneciendo unidos» para hacer frente a desafíos como la Rusia de Putin. El presentador debería haber preguntado si este tema no tiene que ver más con la cooperación de la OTAN que con la UE, pero esa pregunta nunca se formuló.

¿Por qué estaba tan confusa?

Lo que hizo Magdalena Andersson, en mi opinión, fue forjar su propia versión de la estrategia que imita a su principal oponente político: los Demócratas de Suecia (ECR).

Cuando el líder de los Demócratas Suecos, Jimmie Åkesson, presentó a los principales candidatos del partido a las elecciones europeas, repitió lo que ha dicho muchas veces: «Los Demócratas Suecos son el partido más proeuropeo y más crítico con la UE».

Para un partido conservador y de orientación nacional, es fácil distinguir entre «Europa» y «UE». La primera se refiere a la rica diversidad de culturas y tradiciones nacionales que ofrece el continente europeo, incluida, por ejemplo, Gran Bretaña. Esta civilización contrasta fuertemente con la Unión Europea de Bruselas, de construcción más bien reciente, que con medios burocráticos de poder intenta uniformar a todos los países en la misma forma y trasladar el poder a una élite muy por encima y más allá de los pueblos de Europa.

Pero los socialdemócratas no quieren aclarar esta diferencia de principios porque saben que existe un fuerte apoyo popular al mantenimiento de las tradiciones nacionales, contrariamente a la aspiración por la que actúan los socialdemócratas en Bruselas: «una unión cada vez más estrecha».

Por ello, Magdalena Andersson intenta confundir el debate para que los principios básicos pasen desapercibidos a los votantes. En cambio, utiliza la distinción «Europa» cuando habla de palabras con carga positiva como «permanecer unidos» contra Putin. Y así intentar conjurar la imagen de que los Demócratas Suecos, cuando critican a la UE, en realidad están a favor de la fragmentación y de Putin.

Pura retórica orwelliana

Lo que demuestra la entrevista en la televisión sueca es que los socialdemócratas no pretenden mantener un debate honesto sobre las cuestiones de fondo, sino que, con espíritu posmodernista, distorsionan las palabras y su significado hasta hacerlos irreconocibles.

Pero, en realidad, no es algo nuevo, sino más bien una escalada. En anteriores campañas electorales, los socialdemócratas siempre se han presentado como custodios del modelo sueco, de los planteamientos y soluciones suecos. Pero una vez elegidos, sus parlamentarios se han unido a la amplia mayoría de Bruselas, que da todos los pasos que puede hacia una mayor centralización del poder.

Aristóteles afirmaba que la democracia debe tener un vínculo fuerte y estrecho entre el electorado y los elegidos, de lo contrario no funciona. Las tácticas de los socialdemócratas en las elecciones a la UE son un buen ejemplo de cómo políticos que están muy por encima de la vida cotidiana de los votantes europeos pueden manipular las campañas electorales para que traten de todo menos de lo esencial.