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La amenaza del «punto negro» preocupa a los agricultores de toda Europa

Comercio y Economía - octubre 6, 2023

La Unión Europea toma medidas correctoras para salvaguardar el mercado de cítricos del Viejo Continente, con especial atención a los cítricos italianos, comercializados en todo el mundo

La industria citrícola italiana siempre ha sido un símbolo de excelencia, ya que la producción de naranjas y otros cítricos de alta calidad representa un componente fundamental de la cultura y la economía del país. Sin embargo, este preciado recurso ha sido puesto a prueba por la propagación, especialmente en los últimos meses, de la enfermedad conocida como Phyllosticta Citricarpa, o más comúnmente conocida como «mancha negra de los cítricos». En respuesta a esta amenaza, la Unión Europea ha adoptado una serie de medidas para limitar la propagación de la enfermedad y proteger el mercado citrícola italiano y europeo.

Phyllosticta citricarpa es un hongo patógeno responsable de la «mancha negra» que afecta a las naranjas y otros cítricos, manifestándose mediante la aparición de lesiones necróticas en los frutos, hojas e incluso en las ramas de los árboles que los producen. Su propagación se produce a través de las esporas del hongo, que son dispersadas por el viento, la lluvia y los insectos. La enfermedad no sólo compromete la calidad y cantidad de las cosechas, sino que también puede dañar la reputación de la industria citrícola italiana en el mercado mundial, así como la de cualquier otro país implicado en la producción y comercialización.

La citricultura desempeña un papel crucial en la economía italiana, sobre todo en las regiones de Sicilia, Calabria y Apulia, pero la propagación de Phyllosticta citricarpa ya ha provocado una importante caída de la producción y una pérdida de ingresos para los cultivadores y todas las industrias relacionadas. La reducción de la calidad de la fruta afecta a la competitividad de la industria citrícola italiana, poniendo en peligro el empleo y el sustento de miles de familias dedicadas al cultivo y la transformación de cítricos.

La Unión Europea ha reconocido la urgencia de hacer frente a la amenaza que supone Phyllosticta citricarpa y ha tomado varias medidas para preservar el mercado italiano y europeo de cítricos estableciendo, por ejemplo, estrictas normas fitopatológicas que regulan el movimiento de plantas de cítricos entre los países Estados miembros y desde y hacia terceros países. Estas medidas se han tomado para evitar la introducción y propagación de la enfermedad a nuevas zonas. La Unión Europea ha promovido programas de vigilancia y seguimiento para identificar rápidamente los focos de Phyllosticta citricarpa, lo que permite activar de forma rápida y eficaz las medidas para controlar y contener la propagación de la enfermedad.

La UE ha fomentado la adopción de prácticas de control integradas, que incluyen el uso de métodos biológicos, químicos y culturales para gestionar la enfermedad. Este planteamiento pretende reducir el uso de pesticidas y preservar el equilibrio ecológico del ecosistema agrícola. La Unión Europea también ha invertido en programas de investigación y desarrollo para integrar en la producción tradicional nuevas variedades de cítricos resistentes a la Phyllosticta citricarpa y mejorar las técnicas de cultivo y control de la enfermedad. La Comisión Europea también ha promovido en los últimos meses la educación y formación de los agricultores en la identificación de los síntomas de la enfermedad, así como en las prácticas agrícolas necesarias para prevenirla y gestionarla.

La amenaza que representa Phyllosticta citricarpa no puede ni debe subestimarse, ya que pone en peligro la industria citrícola italiana y toda la economía nacional y continental. La Unión Europea está demostrando un compromiso concreto para contrarrestar la propagación de la enfermedad mediante medidas destinadas a proteger la calidad de los cítricos, con especial atención a los producidos en Italia, y a preservar su competitividad en el mercado mundial. La colaboración entre instituciones, productores e investigadores es esencial para afrontar este nuevo e importante reto, de modo que se garantice a las generaciones futuras la posibilidad de disfrutar durante mucho tiempo de las delicias de todos los cítricos producidos en Europa e Italia.

Alessandro Fiorentino