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La ex presidenta de la comunidad autónoma de Baleares y diputada del Partido Socialista Español (PSOE; S&D), Francina Armengol, se convirtió en la cuarta mujer que ocupa la presidencia del Congreso español. El socialista superó la mayoría absoluta de 176 requerida en una primera ronda de votaciones.
Armengol es ahora la tercera autoridad más poderosa del Estado, por detrás del Rey y del Presidente del Gobierno. Es la actual secretaria general del PSOE en Baleares y fue la primera mujer en ser presidenta de la Comunidad Autónoma, entre 2015 y 2023.
El presidente del Congreso es responsable de dirigir los debates, mantener el orden en la cámara y velar por el cumplimiento de los estatutos y normas del Parlamento. También corresponde al presidente fijar la fecha de la sesión de investidura del futuro premier, después de que el Jefe del Estado -el Rey- concluya su ronda de consultas y designe a un candidato.
Recibió el apoyo de 178 diputados, incluidos los siete de Junts per Catalunya del prófugo Carles Puigdemont y el resto de socios parlamentarios del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, como el partido progresista Sumar.
El PSOE de Armengol negoció el apoyo de los siete diputados de «Izquierda Republicana» de Cataluña, Esquerra Republicana (ERC). Cabe señalar que ninguno de los partidos catalanes había decidido el sentido de su voto hasta una hora antes del inicio de la sesión parlamentaria. Además, seis diputados de Euskal Harria Bildu, vinculado a ETA, cinco diputados del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y un diputado del Bloque Nacionalista Gallego han apoyado al PSOE.
El acuerdo con los separatistas catalanes no ha pillado por sorpresa a los ciudadanos españoles. El PSOE ha acordado formalizar el uso del catalán (y del euskera, y del gallego) en todos los procedimientos parlamentarios, y como lenguas oficiales de la Unión Europea. También prometieron convocar dos comisiones de investigación sobre el caso Pegasus.
Sin embargo, a pesar de haber apoyado a los socialistas con la presidencia del Parlament, Carles Puigdemont ha aclarado que todavía no hay pacto para la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno: «A algunos les parecerá mucho y a otros, poco. Es una negociación para la dirección del Congreso». Añadió que las conversaciones sobre la investidura están «exactamente donde estaban» al día siguiente de las Elecciones Generales. Gabriel Rufián, líder de ERC, se hizo eco de estas observaciones. Esto ha llevado a los observadores a creer que Sánchez podría estar dispuesto a ofrecer a los separatistas catalanes un referéndum de independencia para asegurarse la presidencia.
La otra posible candidata a presidir el Congreso era la actual secretaria general del Partido Popular (PP; PPE), Cuca Gamarra. Sin embargo, su actuación fue deficiente, pues sólo obtuvo los votos de su grupo parlamentario, de la Unión del Pueblo Navarro (UPN), y de los partidos regionales de Coalición Canaria (CC).
Ni siquiera el partido conservador Vox (ECR) votó por ella. El PP negó la participación de Vox en la dirección del Congreso. Así que decidieron optar por uno de los suyos. Los 33 diputados de Vox apoyaron a Ignacio Gil Lázaro.
Tras la elección de Armengol, los 350 diputados restantes eligieron a los cuatro vicepresidentes de la cámara. Luego seleccionaron a cuatro secretarios.
Además de la presidencia de la Cámara, el PP perdió la vicepresidencia primera. Con 113 votos, el diputado socialista Alfonso Rodríguez Gómez de Celis repetirá en este cargo desde la anterior legislatura. El vicepresidente segundo es José Antonio Bermúdez de Castro, diputado del PP que ganó por 73 votos.
PSOE, PP y Sumar se han repartido las cuatro Vicepresidencias del Congreso. Vox, de ECR, con mayor representación parlamentaria que Sumar, no logró entrar en el órgano de gobierno de la Cámara.