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Polonia, primera en prácticas remuneradas, Alemania, última

Comercio y Economía - marzo 18, 2024

Según una encuesta del Tribunal de Cuentas Europeo publicada el 13 de diciembre de 2023, dos de cada tres becarios en la Unión Europea son remunerados. Algunos de ellos, unos 365.000, reciben compensaciones monetarias procedentes de fondos de la UE. Teniendo en cuenta que el número de becarios al año se estima en 3,7 millones, la financiación de la UE de las indemnizaciones por prácticas asciende aproximadamente al 10% del total de becarios, y al 15% de los que cobran efectivamente. Parece ya una cifra muy significativa, que no requiere mayor impulso como prioridad.

En virtud de la llamada recomendación del Consejo de Garantía Juvenil Reforzada de la UE, ésta fomenta los periodos de prácticas en todos sus Estados miembros. Desde 2013, se considera una práctica deseable que los jóvenes menores de 30 años realicen un periodo de prácticas en los cuatro meses siguientes a quedar desempleados o abandonar los estudios.

En 2023, el porcentaje de jóvenes de entre 18 y 25 años que han realizado al menos un período de prácticas en la Unión Europea ha sido del 78% de media. El Estado miembro con la tasa más baja es Suecia, con un 53%, mientras que Alemania ocupa el primer lugar con un 90%.

Por otro lado, la Garantía Juvenil Reforzada recomienda que los jóvenes realicen sus prácticas fuera de su propio Estado miembro. Hasta ahora, lo ha conseguido el 21% de los becarios, según la mencionada encuesta de los auditores de la UE. Una vez más, dicha media muestra diferentes grados de éxito en función de los Estados miembros de origen: en 2023, sólo el 11% de los becarios portugueses viajaron al extranjero, a algún otro territorio de la Unión, mientras que el 28% de los becarios de Rumanía no realizaron sus prácticas en su propio país.

De hecho, esas cifras demuestran que la gran mayoría de los empresarios y becarios siguen prefiriendo que los periodos de prácticas se desarrollen en su Estado miembro de origen, en lugar de acatar el deseo expresado por las actuales instituciones de la Unión.

La Unión Europea también pide que se regule cada periodo de prácticas mediante un contrato escrito entre el empresario y el becario; así se hace en el 68% de los casos. Una cifra similar, el 68,7%, se alcanza con respecto a la concesión a los becarios de las mismas condiciones de trabajo que a los empleados fijos. Cabría preguntarse a este respecto si dicha igualdad se cumple también en el caso de los becarios de las instituciones de la UE; por ejemplo, en el ámbito del seguro de enfermedad o en relación con los requisitos de acceso al lugar de trabajo.

En cuanto a la duración, la Unión sugiere un mínimo de treinta días y un máximo de seis meses. En la práctica, sólo el 16,7% de los periodos de prácticas duran menos y sólo el 14,4% se prolongan más allá del máximo mencionado.

En cuanto a los periodos de prácticas remunerados, de los 27 Estados miembros Polonia está a la cabeza de la Unión, con más del 85% de cumplimiento de la recomendación de la UE de ofrecer al becario una compensación monetaria. En el otro extremo del espectro, menos del 40% de los becarios alemanes reciben alguna remuneración durante su periodo de prácticas.

En las instituciones de la UE se ofrecen cada año unos 5.000 periodos de prácticas. Esto equivale al 0,1% del total existente en la Unión, una cantidad muy marginal. Curiosamente, la mayoría de los becarios de las instituciones de la UE son de nacionalidad italiana, más del 10%; además, las solicitudes de este tipo de prácticas procedentes de Italia dominan el panorama de forma masiva, más del 25% del total de 68000 anuales. España y Francia ocupan el segundo y tercer puesto, respectivamente, en el número de solicitudes de los Estados miembros de la UE, pero ninguno de los dos llega siquiera al 50% de los candidatos italianos. A pesar de que las solicitudes procedentes de Alemania son menos de la mitad de las que corresponden a los españoles, los becarios alemanes superan en un 15% a sus compañeros españoles. Los becarios procedentes de países no pertenecientes a la UE son más que los de 17 Estados miembros.

Fuente de la imagen: The Business Standard