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En el último Consejo de la UE se debatieron distintos temas con un hilo conductor: la seguridad

Legal - agosto 27, 2023

El Consejo de la UE se celebró los días 29 y 30 de junio. En esta ocasión, los 27 líderes europeos se reunieron y debatieron para llegar a conclusiones sobre varias cuestiones clave.

Las conclusiones se referían principalmente a: Ucrania, la economía, la seguridad y la defensa, China, las relaciones exteriores y el Mediterráneo Oriental.

Por lo que respecta a Ucrania, el Consejo ha reiterado su enérgica condena de la guerra resultante de la agresión rusa y ha confirmado que apoyará a Ucrania mientras sea necesario de todas las formas posibles, proporcionando ayuda financiera, económica, humanitaria, militar y diplomática.

En concreto, el Consejo de la UE acordó añadir 3.500 millones de euros para el Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, como el pasado 20th En junio, la Comisión avanzó la necesidad de revisar el presupuesto europeo para establecer un nuevo instrumento para Ucrania con un fondo de 50.000 millones de euros. El objetivo de la UE sigue siendo seguir luchando para garantizar la independencia, soberanía e integridad territorial de Ucrania.

En cuanto a la cuestión económica, el Consejo Europeo hizo hincapié en la necesidad de reforzar la resistencia y la seguridad de la economía europea, defendiendo al mismo tiempo los intereses de la Unión y preservando un modelo económico abierto.

También se abordó el tema de la seguridad y la defensa. Se reiteró la importancia de hacer que este sector sea más innovador, competitivo y resistente. Además, se confirmó que debemos empezar a pensar en una estrategia a largo plazo capaz de proporcionar una mejor defensa a la Unión Europea. En particular, se confirmó la voluntad de reforzar la denominada EDIRPA (European defence industry reinforcement through common procurement act), y de trabajar en todas las líneas de actuación para la entrega y adquisición conjunta de munición y misiles, en particular en la Ley de Apoyo a la Producción de Munición (ASAP). También se abordó el tema de la ciberdefensa. El Consejo Europeo ha valorado positivamente los trabajos sobre la política de ciberdefensa y ciberseguridad de la UE, con el objetivo de reforzar la capacidad de prevenir y disuadir los ciberataques y de responder a ellos con eficacia.

Las relaciones con China son un tema sobre el que el partido ECR se había pronunciado en las últimas semanas, haciendo hincapié en la necesidad de revertir gran parte de las reubicaciones que ya se han producido y de detener cualquier plan de nuevas reubicaciones. En sus conclusiones, el Consejo Europeo también abordó esta cuestión, confirmando que la UE y China son importantes socios económicos y comerciales entre sí. Se reafirmó que la relación entre estos dos actores debe basarse en los principios de respeto del orden nacional, equilibrio y reciprocidad, ya que la UE y China son simultáneamente socios sistémicos, competidores y rivales.

Otro elemento central de las relaciones con China es el respeto de los derechos humanos. A este respecto, el Consejo Europeo reiteró que la potencia china, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, tiene una responsabilidad especial en la defensa del orden internacional basado en normas. Por este motivo, el Consejo Europeo ha pedido a China que presione a Rusia para que ponga fin a su guerra de agresión y retire sus tropas de Ucrania de forma inmediata, completa e incondicional.

Además, la UE reafirmó su compromiso de fomentar el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales. Teniendo esto presente, el Consejo ha acogido con satisfacción la reanudación del diálogo sobre derechos humanos con China. No obstante, reiteró algunas preocupaciones relativas, en particular, a los trabajos forzados, las minorías, la situación en Tíbet y el cumplimiento de los compromisos previos de China en relación con Hong Kong.

En las conclusiones del Consejo Europeo se dedicó un capítulo clave a las relaciones exteriores. Se debatió sobre la importancia de abordar conjuntamente las crisis climáticas y medioambientales mundiales, las crecientes desigualdades, las oportunidades que ofrece la transformación digital y la necesidad de diversificar las cadenas de suministro, así como las amenazas sin precedentes a la seguridad mundial y al orden basado en normas.

Desde este punto de vista, la cuestión de la migración era fundamental. El Consejo debatió en particular el Pacto sobre Inmigración, que promueve la reubicación de los inmigrantes solicitantes de asilo entre los Estados de la UE, previendo una contribución financiera de 20.000 euros por inmigrante por parte de los Estados que rechacen dicha reubicación en su territorio. La inmigración es un elemento que puede amenazar la seguridad social de los Estados miembros, por lo que es necesario gestionarla colectivamente, redistribuyendo los costes y responsabilidades, que hasta ahora han recaído sobre los hombros de los países más expuestos a la llegada de flujos migratorios. A pesar de la no participación de Polonia y Hungría, se ha dado un importante paso adelante, pues la inmigración ya no se considera un problema de cada Estado nación, sino una cuestión común que debe gestionarse a escala europea.

El Consejo Europeo también prestó especial atención a las relaciones con los países mediterráneos. En este contexto, lo que se está haciendo en Túnez, tras la misión en la que participaron la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Layen, la Primera Ministra italiana, Giorgia Meloni, y el Primer Ministro holandés, Mark Rutte, se considera un verdadero modelo que debe tomarse como ejemplo. El objetivo es lograr una asociación global mutuamente beneficiosa con Túnez, basada en los pilares del desarrollo económico, la inversión y el comercio, la transición a la energía verde, la migración y los contactos interpersonales, y apoya la reanudación del diálogo político en el contexto del Acuerdo de Asociación UE-Túnez. Es crucial que esto se consiga no sólo en Túnez, sino que trabajemos para reforzar y desarrollar asociaciones estratégicas entre la UE y todos los demás socios de la región.
En esta perspectiva, también es crucial la voluntad del Consejo de la UE de reforzar la presencia de la Unión Africana en los foros internacionales, en particular en el G20.

Los líderes europeos también condenaron los sucesos de Kosovo. Pidieron que se calmara la situación de inmediato. De hecho, la continuación de las tensiones sólo podría tener un impacto negativo en toda la zona, que históricamente ha sufrido conflictos y tensiones internas. Por lo tanto, es esencial proseguir el diálogo facilitado por la UE bajo la dirección de la Alta Representante y la rápida aplicación del acuerdo sobre el camino hacia la normalización del país.

Por último, también se debatió la situación en el Mediterráneo oriental. Basándose en conclusiones anteriores, el Consejo Europeo ha confirmado su compromiso con una solución global del problema de Chipre, en el marco de las Naciones Unidas, de conformidad con las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y en consonancia con los principios en los que se fundamenta la UE y con el acervo. La UE hace un llamamiento a la pronta reanudación de las negociaciones y está dispuesta a desempeñar un papel activo en apoyo de todas las fases del proceso dirigido por las Naciones Unidas, con todos los medios adecuados a su disposición.

Asimismo, en cuanto a las relaciones UE-Turquía, el Consejo ha reafirmado su voluntad de determinar los instrumentos y opciones más adecuados para proseguir un diálogo estratégico y orientado al futuro con Ankara.

Además, también se abordó la cuestión de la inteligencia artificial. En particular, el Consejo de la UE hizo hincapié en la importancia de comprender las oportunidades de la IA y, sobre todo, de evaluar los riesgos asociados a ella y tratarlos adecuadamente desde ahora. Por tanto, es fundamental regular el tema, para disponer de una legislación común que pueda limitar las consecuencias negativas que podrían socavar nuestra sociedad.

En la parte final de las conclusiones, el Consejo Europeo reconoció la importancia de reforzar la resiliencia en ámbitos estratégicos, a fin de limitar las consecuencias más graves de las catástrofes naturales o provocadas por el hombre, muchas de las cuales se ven agravadas por el cambio climático y el cambiante panorama de la seguridad en Europa y en todo el mundo.

El Consejo Europeo de los días 29 y 30 de junio debatió muchos temas diferentes, pero todos unidos por un hilo común: la seguridad.
De hecho, la seguridad no sólo tiene que ver con cuestiones geopolíticas o militares, sino que también tiene componentes relacionados con la economía, el medio ambiente y la sociedad. La Unión Europea se creó para garantizar la seguridad de sus miembros, aunque esto se ha olvidado a menudo en los últimos años. Con el último Consejo de la UE se dio un primer paso para recordarnos que hay algunos retos que ningún Estado miembro puede afrontar solo, sino que requieren un esfuerzo común y conjunto. La esperanza es que este primer paso sólo pueda ser el principio de la creación de una nueva Unión Europea, más unida y más centrada en la seguridad y la defensa de sus fronteras exteriores.