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Migración, Meloni llena el vacío ante la falta de liderazgo de la UE

Política - octubre 2, 2023

La crisis migratoria se recrudece, pero la UE se queda corta a la hora de ofrecer una postura común, como demuestra la última reunión de ministros de Interior de la UE. Aunque los flujos ilegales que desembarcan en las costas meridionales de la Unión han aumentado significativamente en comparación con años anteriores, de cara al futuro las perspectivas parecen mucho peores, no mejores.

La política africana se ha visto desafiada recientemente por una serie de golpes que ponen de relieve, y son el resultado, de décadas de miope falta de compromiso europeo con el Continente. En otros países, es probable que aumente el malestar social debido a la subida de los precios y la escasez de alimentos, a la que Rusia ha contribuido con entusiasmo bloqueando las exportaciones ucranianas de cereales. Por último, pero no por ello menos importante, África se ve cada vez más afectada por la evolución adversa del cambio climático, a pesar de contribuir con menos del 5% de las emisiones mundiales de carbono. Sumando todos estos factores, se puede concluir fácilmente que la crisis actual puede agravarse aún más si no se proponen medidas correctoras proporcionales a escala de la Unión.

En el seno de la UE, la falta de liderazgo ha alimentado un debate electoral que se ha visto sobre todo a través de las lentes del reparto de cargas, ya que los inmigrantes ilegales tienden a desembarcar en el flanco sur de la Unión: cómo compartir los costes de ello. Cuestiones más importantes como la capacidad de la UE para integrar, y no sólo acoger provisionalmente, a los inmigrantes recién llegados, la combinación de cualificaciones que necesitamos, etc., es decir, una política migratoria adecuada, han pasado a un segundo plano, si es que han llegado a plantearse.

En este contexto, la Primera Ministra de Italia, Giorgia Meloni, y Presidenta de la ECR, ha intentado llenar el vacío mediante una triple estrategia. Ha mantenido conversaciones con Túnez, un país con sus propios retos, pero de donde han partido las últimas oleadas de migrantes, con el objetivo de encontrar un terreno común. Para ello, ha intentado implicar al más alto nivel a instituciones multilaterales como el FMI y la Comisión Europea.

Con poca antelación, Ursula von der Leyen, Presidenta de la Comisión, se unió a ella en Túnez y, más recientemente, en la pequeña pero crucial isla de Lampedusa, donde desembarcan muchos de estos desesperados inmigrantes ilegales. No se trata de un planteamiento nacional, sino de uno que tiene en cuenta la política sobre el terreno y la necesidad de una solución más amplia e integradora basada en la UE. Hay que reconocer que puede funcionar o no. Pero si no es así, nadie podrá afirmar que no lo intentó.