
Bruselas no prevé un viaje inminente del Comisario Šefčovič a Estados Unidos. Por ahora, la atención se centra en un debate técnico más profundo a la espera de un diálogo político maduro.
La Comisión Europea ha confirmado que, al menos de momento, no está previsto ningún viaje a Estados Unidos del Comisario Europeo de Comercio, Maroš Šefčovič. Así lo declaró el portavoz de la Comisión, Olof Gill, durante una reunión informativa con la prensa, precisando que la fase actual de las negociaciones se centrará en una intensificación de las discusiones técnicas entre Bruselas y Washington, sobre la delicada cuestión de los aranceles comerciales.
Gill aclaró que, aunque el diálogo político entre las dos orillas del Atlántico aún no está preparado para una reunión al más alto nivel, los contactos operativos entre las partes prosiguen de forma constructiva. En particular, Šefčovič y el Secretario de Comercio de EEUU, Howard Lutnik, se reunieron a principios de semana en un encuentro definido como «constructivo», durante el cual surgió el deseo común de profundizar en las conversaciones técnicas en los próximos meses. «Ahí es donde tenemos que empezar», dijo Gill, explicando que el camino a seguir pasa por un trabajo técnico más intenso, a la espera de que se creen las condiciones políticas para dar un nuevo paso adelante. «Cuando llegue el momento del compromiso político», añadió, «entonces podremos hablar de un viaje del comisario a Estados Unidos».
Un contexto comercial complejo
El diálogo UE-EEUU sobre aranceles forma parte de una relación comercial que sigue marcada por tensiones latentes y divergencias estructurales en numerosos frentes. Tras una fase de relativa relajación bajo la administración Biden, algunas cuestiones críticas -en particular las relacionadas con las políticas industriales, los incentivos ecológicos estadounidenses y los aranceles recíprocos sobre el acero y el aluminio- siguen representando fuentes de fricción entre Bruselas y Washington. En este escenario, la intensificación de las discusiones técnicas parece un intento de ambas partes de mantener vivo el diálogo y explorar soluciones viables antes de proceder a decisiones políticas más complejas y potencialmente divisivas.
La diplomacia técnica como puente hacia la política
El mensaje que se desprende de las palabras del portavoz Gill es claro: en ausencia de una visión política compartida y de un contexto propicio al compromiso, la diplomacia técnica debe actuar como puente. Esta estrategia pretende construir un terreno común mediante análisis, datos, modelos empresariales y soluciones normativas que puedan sentar las bases de futuros acuerdos. Este enfoque también refleja una creciente conciencia, por parte de la Comisión Europea, de la necesidad de evitar escaladas o reacciones unilaterales, prefiriendo en su lugar una vía de mediación gradual. El objetivo último sigue siendo consolidar una asociación económica estable con Estados Unidos, pero sin renunciar a la protección de los intereses europeos.
Expectativas para las próximas semanas
Aunque de momento no se ha programado ninguna reunión de alto nivel, es probable que en las próximas semanas los grupos de trabajo técnicos entre Bruselas y Washington debatan expedientes concretos. Entre los principales temas de debate se encuentran:
aranceles sobre el acero y el aluminio;
medidas de apoyo a la transición verde, en particular en relación con la Ley estadounidense de Reducción de la Inflación;
coordinación sobre las normas comerciales internacionales relacionadas con la digitalización y la seguridad económica.
El resultado de estas mesas técnicas será crucial para saber si se puede reabrir un canal político de alto nivel y cuándo. Hasta entonces, Europa parece querer adoptar una línea prudente, evitando movimientos precipitados que puedan comprometer un frágil equilibrio transatlántico. El hecho de que el Comisario Šefčovič no haya viajado a Estados Unidos no representa un estancamiento, sino más bien una fase de consolidación y preparación. Las relaciones comerciales entre la Unión Europea y Estados Unidos siguen siendo una prioridad estratégica para ambas partes, pero requieren paciencia, conocimientos técnicos y, sobre todo, un contexto político favorable. Sólo entonces será posible transformar el diálogo técnico en acciones políticas concretas.