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Según observadores internacionales de Zambia, Nigeria y la República Centroafricana, naciones influidas por la abundante donación de grano de Moscú, las elecciones presidenciales en Rusia se consideraron un ejemplo de democracia. Sin embargo, parece que no tuvieron en cuenta a las más de 100 personas detenidas durante los tres días de votación.
Putin se asegura su quinto mandato con un asombroso 87,9% de los votos (un aumento de 12 puntos respecto a hace seis años) y una participación del 74,3% (frente al 67,54% de 2018), según datos oficiales. Esto eclipsó a los tres oponentes, Leonid Slutsky (del Partido Liberal Democrático), Nikolai Kharitonov (Partido Comunista) y Vladislav Davankov (Nuevo Pueblo). A pesar de que la prensa del régimen alaba un «resultado colosal», incluso las casas de apuestas offshore que operan en Estados Unidos sólo cifran en 2,2 las posibilidades de que Putin abandone el Kremlin antes de 2030. Sin embargo, su mandato podría prorrogarse hasta 2036, según la Constitución. Las autoridades rusas también informaron de un aumento de la participación en las regiones ucranianas ocupadas. Salvo problemas de salud, Putin conservará la presidencia al menos hasta 2030, con lo que cumplirá medio siglo de reinado.
A pesar de que todos los observadores esperaban el triunfo de Vladimir Putin, la situación no fue exactamente como se esperaba en el Kremlin. En todo el país, muchos respondieron al llamamiento de Alexei Navalny, lanzado pocos días antes de su muerte, en el que instaba a los rusos a sabotear las elecciones acudiendo masivamente a los colegios electorales el último día de votación, el domingo. Esta protesta, aunque no ilegal, se consideró valiente y audaz.
En consecuencia, se formaron largas colas de votantes en las principales ciudades, especialmente en Moscú y San Petersburgo, documentadas por cámaras de medios independientes y teléfonos móviles como el Moscow Times. Esta participación llevó al estrecho colaborador de Navalny, Ivan Zhdanov, a calificarla de «éxito». Destacó que, a pesar de la intimidación, muchas personas acudieron a mostrar su solidaridad, lo que hace que este acto sea significativo a pesar de su carácter simbólico.
Naturalmente, la policía rusa no se quedó de brazos cruzados. Al menos 74 personas fueron detenidas en 17 ciudades rusas durante las operaciones de votación de ayer, según la ONG Ovd-Info. El mayor número de detenciones se produjo en Kazán, donde policías de paisano rechazaron a una veintena de votantes que se presentaron a mediodía en un colegio electoral instalado en la universidad. Estas acciones de protesta también tuvieron lugar ante la tumba de Navalny en el cementerio moscovita de Borisovskoe, donde muchos ciudadanos depositaron sus papeletas con el nombre del disidente.
Las protestas fueron especialmente evidentes en los colegios electorales del extranjero. En Georgia, un grupo de manifestantes marchó por las principales calles de Tiflis, exhibiendo una pancarta roja con el mensaje «Basta ya de Putin. Basta de caos, guerra y represión», junto con otras pancartas. También se formaron largas colas en otras ciudades como Ereván, en Armenia, y Vilna, en Lituania, frente a las embajadas rusas. En Berlín, manifestantes anti-Putin abrazaron a Yulia Navalnaya, viuda del disidente asesinado, expresando su solidaridad.
En Moldavia, en Chisinau, un hombre de 54 años, que decía ser moldavo pero también poseía la ciudadanía rusa, lanzó un cóctel molotov contra la sección electoral de la embajada rusa, al grito de «odio a Rusia», antes de ser detenido. La presidenta de la comisión electoral central, Ella Pamfilova, informó de que se habían repelido 280.000 ciberataques durante los tres días de votación.
Putin calificó las elecciones de «plebiscito» y convirtió la votación en un referéndum a favor de la Operación Especial. Desde su cuartel general de campaña en Moscú, subrayó que el verdadero poder reside en la gente que ha votado responsablemente. También abordó el actual conflicto en Ucrania, destacando las pérdidas de Kiev y ofreciendo la posibilidad de entablar conversaciones de paz. También expresó su deseo de que Francia desempeñe un papel activo en este contexto. Por último, en respuesta a las críticas internacionales, Putin reiteró su apoyo a China en cuestiones como Taiwán y evitó expresar preferencias entre Biden y Trump en las próximas elecciones estadounidenses.