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Contradicciones en la COP28

Energía - diciembre 18, 2023

El 28 de noviembre, Alessandro Imperiali informó a los lectores de The Conservative sobre la COP28, la 28ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se celebró en Dubai (Emiratos Árabes Unidos) del 30 de noviembre al 12 de diciembre. Recordó que la UE debe dejar de culparse a sí misma y ser dura con los actores extracomunitarios. Recordó que son sobre todo los terceros países, en particular las naciones asiáticas y en desarrollo, los principales responsables de la contaminación mundial y de los problemas medioambientales.

Ya en su reunión de Kilkenny del 3 al 5 de noviembre, los miembros del Partido ECR habían advertido de que la política medioambiental debe evitar los eslóganes inútiles y aplicar en su lugar medidas basadas en un análisis de costes y beneficios para garantizar la proporcionalidad y la pertinencia.

Del 8 al 12 de diciembre, una delegación del Parlamento Europeo viajó a Dubai para participar en la conferencia. Como mandato, el colegislador de la Unión Europea había aprobado previamente una resolución por la que apoya el objetivo mundial de triplicar las energías renovables y duplicar la eficiencia energética para 2030.

De los 67 miembros del Parlamento Europeo pertenecientes al Grupo ECR, ninguno votó a favor de la resolución, con una amplia mayoría de 59 votos en contra y sólo cuatro (Bourgeois, Jurzyca, Kanko y Van Overtveldt) se abstuvieron.

Durante el debate en el Pleno, Grzegorz Tobiszowski, de Polonia, afirmó que los chinos están aumentando su consumo de energía basada en el carbón y la minería del carbón. El sueco Johan Nissinen también advirtió sobre «villanos climáticos como China e India», a los que la UE subvenciona comprando sus productos solares, eólicos y baterías.

El 8 de diciembre, en la rueda de prensa conjunta celebrada con el presidente de la delegación, Peter Liese (Partido Popular Europeo), y el Comisario de Acción por el Clima, Wopke Hoekstra, este último hizo declaraciones tan dudosas como que la UE se mantiene «unida» en el planteamiento hacia la COP28 y que los objetivos medioambientales asumidos por la UE son «exigidos por los científicos».

El 14 de diciembre, Maicol Pizzicotti Busilacchi ha señalado que la elección de Dubai era polémica en primer lugar, ya que los Emiratos Árabes Unidos figuran entre los principales productores de petróleo, una de las fuentes fósiles consideradas causantes del llamado cambio climático.

En la misma fecha, el eurodiputado de ECR Teuvo Hakkarainen concluyó que «hay una clara hipocresía en la COP28; necesitamos darnos más tiempo para reducir nuestro consumo de combustibles fósiles, porque las soluciones tecnológicas aún no son lo suficientemente abundantes».

Quizá la hipocresía se deba también a que el presidente de la conferencia, Sultan Al Jaber, no es otro que el Director General de la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dhabi (ADNOC), un ejemplo práctico bastante claro de conflicto de intereses.

Al parecer, los ejecutivos de ADNOC leían los correos electrónicos de COP28, ya que ambas organizaciones podían acceder a los mismos servidores de correo electrónico. La conferencia sirvió incluso para negociar acuerdos petrolíferos entre más de 20 naciones diferentes, al tiempo que se pretendía alcanzar acuerdos internacionales contra los combustibles fósiles a escala mundial.

Por ejemplo, al parecer McKinsey utilizó su posición como asesor principal de los anfitriones de la COP28 para impulsar los intereses de sus clientes petroleros y gasísticos ExxonMobil y Aramco. Entre las naciones presentes en la COP28 y que al mismo tiempo negociaban acuerdos petroleros con el país anfitrión se encontraban el Reino Unido, Francia y Alemania.

Algunos millonarios del petróleo apoyaron la COP28, como el oligarca bielorruso Andrei Melnichenko, estrecho aliado de Vladimir Putin y presidente de la comisión rusa de política climática y regulación del carbono, cuya fundación figura como «partidaria del clima» en el sitio web oficial de la COP28.

El multimillonario delegado kazajo Timur Turlov, acusado de ayudar a oligarcas rusos a eludir sanciones a través de su empresa financiera, intervino en un panel de la conferencia sobre la reducción de la huella de carbono y la atracción de «inversiones verdes».

Fuente de la imagen: Efe