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La Comisión de la UE: Suecia, a la cola de las previsiones de crecimiento

Comercio y Economía - marzo 7, 2023

Mientras se espera que países como España, Polonia y Hungría alcancen un crecimiento en torno al 5%, Suecia se queda muy atrás, con la mitad de crecimiento para 2022.

Desde su adhesión a la Unión, Suecia ha sido un contribuyente neto al presupuesto de la Unión Europea. Pero ahora las previsiones presentadas por la Comisión Europea indican que Suecia puede considerarse la «oveja negra» de la unión, con un crecimiento económico muy débil.

En un tono más positivo

El Comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, presentó recientemente el llamado «informe de invierno», que recoge las previsiones de crecimiento de los países miembros durante el año natural que acaba de terminar.

Y 2022 terminó con una nota más positiva de lo que se temía para las economías de los países de la UE. Ello se debió a la caída de los precios de la energía al suavizarse el invierno, lo que redujo el consumo, y al éxito de las compras de gas, principalmente a países distintos de Rusia.

Se calcula que el crecimiento de los países de la UE en 2022 será del 3,5%, superior al de Estados Unidos y China. Para algunos países como España, Polonia y Hungría se preveía un crecimiento aún mayor, en torno al 5%.

Pero algunas economías se contraen

Sin embargo, Suecia se sitúa en la cola absoluta, con un crecimiento previsto de sólo el 2,4%. A lo largo del año pasado, el consumo privado se vio limitado por la elevada inflación y la creciente carga de los préstamos hipotecarios. Una política monetaria más restrictiva erosionó la renta real disponible de los hogares.

El informe también afirma: «El comercio neto restó crecimiento en el contexto de la gran conmoción de la relación de intercambio, con un crecimiento de las importaciones, impulsado también por la inversión, superior al de las exportaciones.»

Suecia es el único país de la UE donde se prevé una contracción de la economía en 2023. El elevadísimo nivel de préstamos privados contribuye en gran medida a que Suecia haya tenido y se prevea que tenga las peores cifras de crecimiento de la Unión.

Crecimiento inferior al uno por ciento 2023

Para el conjunto de los países de la UE, la Comisión hace una previsión de crecimiento de sólo el 0,8% para 2023. Peor aún para algunos países como Suecia, cuya economía se contraerá un 0,8%. La razón es que los hogares suecos ajustarán aún más sus gastos de consumo como respuesta a la reducción de la renta real disponible, a la gran incertidumbre sobre cómo de altos serán los tipos de interés de sus préstamos para vivienda y debido al aumento del desempleo.

En la rueda de prensa de presentación del informe de invierno se preguntó al Comisario de Economía, Gentiloni, si Suecia puede considerarse un «canario en la mina de carbón», una señal de advertencia de lo que puede esperar al resto de la UE.

Geniloni no quiere verlo así. Según él, parte de la explicación de la situación sueca reside en el hecho de que la pandemia afectó a la economía del país en menor medida que en otros países y que, por tanto, Suecia no sufrió el mismo declive que otros países, que ahora se están recuperando de paros más extensos. Por tanto, las bajas cifras de crecimiento de Suecia pueden ser un efecto de ello.

Luz y oscuridad

Aunque las previsiones económicas están plagadas de incertidumbres, el informe de invierno ofrece algunas señales positivas. Por ejemplo, se afirma que la demanda de bienes y servicios puede aumentar más deprisa de lo previsto gracias a que la caída de los precios de la energía empieza a notarse en la cartera.

Pero al mismo tiempo: la guerra de Ucrania y otras tensiones mundiales conllevan riesgos continuos de inflación elevada. Y esto especialmente en países como Suecia, donde las empresas y los hogares están muy endeudados y tienen tipos de interés hipotecarios variables en gran medida.

No es suficiente

Subrayó que, aunque las perspectivas económicas han mejorado en los últimos meses, la previsión de crecimiento del 0,8% para este año y del 1,6% para 2024 no es buena.

– Paolo Gentiloni concluyó afirmando que los europeos aún se enfrentan a tiempos difíciles, en los que se espera que el crecimiento se ralentice y la inflación sólo se libere gradualmente de su control sobre el poder adquisitivo.

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