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El legado de Thatcher y la reafirmación del conservadurismo europeo en Roma

Cultura - diciembre 26, 2025

Roma fue el escenario esta semana de mucho más que una gala conmemorativa. Los Premios Margaret Thatcher se convirtieron en una declaración política por derecho propio: una reafirmación del conservadurismo europeo como proyecto ideológico con poder, identidad y continuidad histórica. La elección de la capital italiana, y la presencia de la Primera Ministra Giorgia Meloni, fueron cualquier cosa menos accidentales.

Organizado por Nueva Dirección -la fundación del Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR)-, el acto coincidió con el centenario del nacimiento de Margaret Thatcher. Como patrona fundadora de la fundación y figura central del conservadurismo moderno, el legado de Thatcher constituyó la columna vertebral intelectual y simbólica de la velada. Sin embargo, no se trataba de un ejercicio de nostalgia. Por el contrario, la ceremonia proyectó su legado sobre los debates europeos actuales: soberanía, identidad, libertad económica y resistencia cultural a un modelo cada vez más tecnocrático y desvinculado de las sociedades nacionales.

Thatcher como referente político vivo

Invocar a Margaret Thatcher en 2025 no es un gesto neutral. Ella encarna una concepción del poder político arraigada en la convicción, la responsabilidad individual y la primacía de la nación como lugar de toma de decisiones democráticas. En un contexto europeo marcado por la erosión de la soberanía, la fragmentación cultural y el agotamiento del consenso progresista-liberal, el thatcherismo resurge como punto de referencia intelectual y moral.

Este mensaje fue explicitado por Giorgia Meloni en su discurso de apertura. La Primera Ministra italiana argumentó que, en un mundo que intenta vaciar de identidad a las sociedades, sólo las convicciones firmes son capaces de resistir la presión. Sus observaciones fueron ampliamente recibidas como una defensa del conservadurismo no sólo como ideología, sino como postura política: claridad moral, coherencia y voluntad de confrontación cultural.

Para muchos dentro del ecosistema conservador, Meloni representa ahora una traducción contemporánea del legado de Thatcher: un liderazgo fuerte, una retórica sin disculpas y la determinación de disputar la hegemonía cultural, no sólo el poder institucional.

Una amplia constelación conservadora

La diversidad de los galardonados de este año ilustró la amplitud -y la ambición- del ecosistema conservador que Nueva Dirección pretende consolidar. Junto a líderes políticos como Meloni y figuras destacadas del conservadurismo británico como Michael Gove, la ceremonia reconoció a intelectuales, actores culturales y líderes cívicos de muy diversa procedencia.

El filósofo francés Rémi Brague simbolizó la vertiente intelectual del conservadurismo europeo preocupada por los fundamentos culturales y espirituales del continente. Neal McDonough y Neal Harmon, activos en el cine y los medios de comunicación, destacaron la creciente conciencia de que las batallas políticas también se libran en la esfera cultural y dentro de las industrias creativas. Mientras tanto, la presencia de Sviatlana Tsikhanouskaya subrayó la dimensión internacional del compromiso conservador con la libertad, la democracia y el Estado de derecho.

En conjunto, estos perfiles apuntan a un claro objetivo estratégico: construir un conservadurismo europeo que vaya más allá de la política parlamentaria, abarcando las ideas, la cultura, el activismo cívico y la influencia internacional.

Spain and the Reformist European Axis

La participación de los eurodiputados españoles de ECR Diego Solier y Nora Junco subrayó la creciente integración de España en este espacio conservador europeo en evolución. Ambos eurodiputados también participaron activamente en las Jornadas de Estudio de ECR los días previos a la gala de la Nueva Dirección y muestran el inicio de un ecosistema político alineado con ECR en España, junto con una plétora de organizaciones de la sociedad civil que operan dentro del mismo marco basado en principios.

Sus declaraciones durante la velada hicieron hincapié en valores como la responsabilidad, el esfuerzo y la libertad como piedras angulares del proyecto europeo reformista. En un momento en que el debate político español sigue estando fuertemente marcado por la polarización interna, el marco de los ECR ofrece una plataforma alternativa para la proyección internacional y la alineación ideológica.

Más que una Gala

Los Premios Margaret Thatcher no fueron un acto aislado, sino la culminación simbólica de una semana dedicada a la reflexión estratégica. Las Jornadas de Estudio de ECR abordaron cuestiones clave como la seguridad, el crecimiento económico, el Estado de Derecho y la defensa de la identidad cultural de Europa. En este contexto, la ceremonia de entrega de premios sirvió de conclusión narrativa: un recordatorio de que las ideas importan, el liderazgo deja un legado y la política debe anclarse en tradiciones intelectuales sólidas.

Por unos días, Roma se convirtió en el punto de encuentro de una derecha europea que ya no se define únicamente por su oposición, sino cada vez más por su capacidad de proponer y gobernar. Al invocar a Thatcher, el conservadurismo europeo no mira hacia atrás, sino que busca legitimidad histórica para enfrentarse a un presente cada vez más incierto.

En última instancia, la velada confirmó que el legado de Margaret Thatcher sigue vivo, no como mito, sino como instrumento político. Y para una parte significativa de Europa, el conservadurismo ha dejado de ser meramente defensivo y ha vuelto a ser asertivamente constructivo. No revolucionario, sino restaurador.