
Del 10 al 12 de julio, Nápoles acogerá un importante acontecimiento político que la situará en el centro de la escena europea y mundial: la cumbre de tres días organizada por el Ecr, una reunión de personalidades políticas de alto nivel, responsables políticos y líderes de pensamiento para abordar el futuro de Europa en términos de soberanía, seguridad, estrategia industrial y crecimiento económico.
Uno de los momentos más esperados de la conferencia será el panel titulado «IMEC: Un vistazo al futuro del comercio entre India, Oriente Medio, Mediterráneo y Transatlántico», que se centra en un nuevo y audaz proyecto geopolítico y económico que podría redefinir las rutas comerciales mundiales durante las próximas décadas: el Corredor Económico India-Oriente Medio-Europa (IMEC).
Este panel de alto nivel reúne a destacadas personalidades de la política, las instituciones y los grupos de reflexión internacionales. Por parte italiana, asistirán Tommaso Foti, Ministro de Asuntos Europeos, Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR) y Políticas de Cohesión; Antonio Iannone, Subsecretario de Infraestructuras y Transportes; y Carlo Fidanza, Diputado al Parlamento Europeo, Vicepresidente Ejecutivo del Partido de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) y Vicepresidente de la Unión Demócrata Internacional (IDU).
Kaush Arha, Presidente del Foro Indo-Pacífico Libre y Abierto y Senior Fellow del Atlantic Council de Washington D.C., aportará una perspectiva transatlántica. Costanzo Jannotti Pecci, Presidente de Confindustria Napoli, representará al sector industrial y arrojará luz sobre las implicaciones económicas regionales, especialmente para el sur de Italia.
Qué es el IMEC y por qué es importante
El Corredor Económico India-Oriente Medio-Europa (IMEC) es una iniciativa pionera lanzada en 2023, que cuenta con el apoyo de países como India, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Italia, la Unión Europea y Estados Unidos. Este corredor prevé una red de ferrocarriles, rutas marítimas e infraestructura digital que conectará el subcontinente indio con Europa a través de la Península Arábiga y el Mediterráneo Oriental. En general, se considera una alternativa estratégica a la Iniciativa del Cinturón y la Ruta de China, cuyo objetivo es fomentar el comercio, la inversión y la cooperación política entre un bloque de socios afines.
Pero la IMEC es algo más que una infraestructura. Representa la visión de una nueva arquitectura económica mundial, basada en el libre comercio, los valores democráticos y la autonomía estratégica. Para Europa, y en particular para Italia, el MIEC abre nuevas rutas para la circulación de bienes, servicios y datos, rutas que evitan los cuellos de botella y las vulnerabilidades de las actuales cadenas de suministro mundiales.
Desde la perspectiva de los puertos italianos, especialmente los de regiones meridionales como Nápoles, Gioia Tauro, Taranto y Augusta, el corredor ofrece una enorme oportunidad. Estos puertos podrían convertirse en puntos de entrada críticos para las mercancías que viajan de Asia a Europa, revitalizando la economía marítima y convirtiendo el sur de Italia en un centro logístico estratégico.
Una estrategia marítima para los mares interiores de Europa
Mientras el IMEC mira hacia el este y el sur, el panel reflexionará también sobre las dimensiones estratégicas internas de la política marítima europea. En una sesión en la que se mezclarán la cohesión territorial, la estrategia industrial y los principios de la economía azul, los participantes examinarán la creciente importancia de los mares Adriático, Báltico y Negro, nocomo masas de agua fragmentadas, sino como anclajes estratégicos integrados de la resistencia y la competitividad europeas.
Esto incluye replantearse cómo pueden trabajar en sinergia la logística portuaria, la pesca, el desarrollo costero y los ecosistemas regionales de innovación. A medida que Europa recalibra su enfoque de la política industrial y comercial, sus cuencas marítimas se reconocen cada vez más como motores de la seguridad económica, la transición energética y la creación de empleo local.
Promoviendo la inversión en infraestructuras marítimas sostenibles, soluciones portuarias digitales y transporte intermodal, los responsables políticos conservadores sostienen que Europa puede lograr resultados tangibles: no sólo una estrategia abstracta, sino crecimiento real, innovación y oportunidades para las comunidades costeras de todo el continente.
Una visión conservadora para una Europa soberana y competitiva
El panel del IMEC encaja en la agenda política más amplia promovida por los Conservadores Europeos, que aspiran a construir una Europa asertiva y soberana que actúe con determinación en la escena mundial al tiempo que refuerza sus cimientos económicos internos. El enfoque conservador hace hincapié en la libre empresa, la autonomía estratégica y el realismo geopolítico, resistiéndose tanto a la dependencia de potencias externas como a la extralimitación reguladora desde dentro.
Nápoles es más que un telón de fondo: es un símbolo de lo que esta visión puede lograr: una ciudad en la encrucijada de Oriente y Occidente, con siglos de herencia marítima y un potencial sin explotar para el liderazgo económico del siglo XXI. Como puerta de Italia al Mediterráneo, Nápoles representa el futuro de una política europea arraigada en la geografía, la historia y la fuerza industrial.
Ante la creciente competencia mundial y las alianzas cambiantes, proyectos como el IMEC señalan un compromiso renovado de construir corredores estratégicos con socios de confianza. Para los conservadores, esto significa reforzar los lazos con aliados democráticos como India, Israel y Estados Unidos, al tiempo que se afirma el lugar de Europa como actor central en la configuración del nuevo orden mundial.
Mientras la cumbre se desarrolla en Nápoles, el panel del IMEC servirá como poderoso recordatorio de que la infraestructura es política, y de que el mar -durante mucho tiempo fuente de la grandeza europea- puede volver a ser la clave de su renovación.