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Injerencia extranjera, desinformación y desinformación

Legal - agosto 24, 2023

El pasado 2022 de marzo, el Parlamento Europeo aprobó una primera resolución sobre las injerencias extranjeras. Esta resolución sobre la injerencia extranjera en los procesos democráticos de la Unión Europea y sus Estados miembros fue aprobada por una amplísima mayoría: 552 a favor, 81 en contra y 60 abstenciones. Este documento se refiere principalmente al peligro de injerencia que podría provenir de Rusia y China, dado el dificilísimo escenario geopolítico que vivimos.

La resolución se centra especialmente en la cuestión de la desinformación digital dirigida por potencias extranjeras y, por tanto, pretende prohibir las donaciones y la financiación procedentes de potencias extranjeras fuera de Europa hacia cualquier partido, fundación o figura política que ostente un cargo público o electo.

Esta resolución pide a la Comisión Europea que proponga una estrategia multinivel e intersectorial y asigne los recursos financieros adecuados para dotar a la UE y a los Estados miembros de políticas de resiliencia y herramientas de disuasión apropiadas. Esta estrategia debe basarse en un enfoque basado en los riesgos, en el que participen tanto la sociedad como los gobiernos.

En concreto, la resolución establece varios objetivos, como reforzar la capacidad de resistencia de la UE mediante la concienciación sobre la situación, la alfabetización mediática y la educación, promover la resistencia social contra la desinformación durante los procesos electorales e imponer un régimen de sanciones y medidas restrictivas para contrarrestar la desinformación.

El 10 deth marzo de 2022, se creó una nueva Comisión especial, conocida como ING2, a la que el Parlamento Europeo encargó el seguimiento de la resolución. Se encargó a la nueva Comisión que analizara, en cooperación y consulta con las comisiones permanentes, la legislación y las políticas existentes con el fin de identificar posibles lagunas, lagunas y solapamientos que pudieran explotarse con fines de injerencia malintencionada en los procesos democráticos; que elaborara propuestas sobre la manera de eliminar dichas lagunas; y que promoviera la capacidad de recuperación jurídica de la UE; colaborar estrechamente con otras instituciones de la UE, las autoridades de los Estados miembros, las organizaciones internacionales, la sociedad civil y los socios no estatales de terceros países para reforzar la acción de la UE contra las amenazas híbridas y la desinformación; garantizar un seguimiento detallado y riguroso del Informe de la Comisión Especial INGE 1 y contribuir a la resistencia institucional general contra la injerencia extranjera, las amenazas híbridas y la desinformación en el período previo a las elecciones europeas de 2024.

Se trataba, por tanto, de un trabajo muy intensivo que exigía un esfuerzo considerable.

Tras la primera resolución de 2022, los eurodiputados empezaron a reunirse con responsables políticos nacionales, europeos e internacionales, los servicios de inteligencia de los Estados miembros de la UE, el StratCom de la OTAN en Riga, el Centro de Excelencia sobre Amenazas Híbridas (el llamado Hybrid Coe), el gobierno y las autoridades australianas y los respectivos organismos de la ONU en Nueva York, y sus homólogos y autoridades competentes en Kiev (Ucrania).

Hasta este año, el 31st de mayo de 2023, el Parlamento Europeo votó a favor de proponer una estrategia que podría aumentar la competencia de defensa europea contra la interferencia extranjera y la manipulación de la información con el fin de proteger las próximas elecciones europeas en 2024.

De hecho, según los parlamentarios, en el periodo inmediatamente anterior a las elecciones, es decir, del 6 al 9 de junio, los ataques a la información podrían aumentar exponencialmente, adoptando formas más sofisticadas. Este hecho se puso de relieve en el informe del Comité Especial sobre la injerencia extranjera en todos los procesos democráticos de la Unión Europea. El informe fue aprobado en sesión plenaria por 469 votos a favor, 71 en contra y 75 abstenciones.

El informe analiza principalmente los problemas relacionados con las interferencias que hay en las plataformas online, y también se centra en la protección que debe haber frente a infraestructuras críticas y sectores estratégicos. Otra cuestión clave es la interferencia durante los procesos electorales, un asunto también relacionado con la financiación encubierta de actividades políticas por parte de actores extranjeros y la resistencia a los ciberataques.

Obviamente, la situación actual que estamos viviendo ve autores de esta injerencia, o autores potenciales, principalmente Rusia y China, no sólo en la Unión Europea, sino también en los países candidatos a la adhesión, incluidos los Balcanes Occidentales, y en los países del Sur Global.

Así, el Parlamento condenó el peligroso fenómeno de los «servicios de «desinformación por encargo»» on, que implica a todos aquellos proveedores que ofrecen servicios de desinformación a actores gubernamentales y no gubernamentales, con herramientas como la llamada dark web, con el fin de influir en los procesos electorales.

En cuanto a las transacciones financieras ilícitas que proceden de terceros países y se dirigen al sistema político de la UE, los eurodiputados piden a la Comisión que facilite la trazabilidad de las donaciones e instan a los países europeos a abordar urgentemente la cuestión de las donaciones de terceros países a los partidos políticos nacionales.

Por último, el informe elaborado por el Parlamento Europeo destaca los riesgos de dependencia económica, espionaje y sabotaje. Así, se reitera el deseo de prohibir TikTok en todos los niveles de gobierno nacional y en las instituciones de la UE. También se anima al Consejo y a la Comisión a prohibir el uso de equipos y programas informáticos de fabricantes de países de alto riesgo, lo que siempre afecta a China y Rusia, como ByteDance Huawei, ZTE, Kaspersky, NtechLab o Nuctech.

En general, por tanto, el Parlamento Europeo decidió por unanimidad aplicar una estrategia coordinada a escala europea, promoviendo nuevas iniciativas y haciendo más eficaces las disposiciones existentes en este ámbito. También se reclaman fondos que puedan ser útiles para hacer frente a la desinformación y apoyar los procesos democráticos.

Para llevar a cabo este proceso crucial está el papel de la Comisión Europea, a la que se pide que actúe en breve para presentar un paquete de medidas de defensa de la democracia y legislación para contrarrestar las amenazas híbridas en la UE.

La ponente Sandra Kalniete, sobre el reciente informe del Parlamento, declaró: «La injerencia extranjera en los procesos democráticos representa una amenaza creciente para la seguridad de los Estados miembros de la UE y de la UE, especialmente en el contexto del rápido desarrollo tecnológico y de la actual guerra de Rusia en Ucrania. Debemos actuar con urgencia y aplicar rápidamente nuestras recomendaciones. Hay que invertir de forma significativa y duradera en nuestra capacidad de resistencia democrática, aprovechando la experiencia de nuestros socios como Ucrania y Taiwán».

El trabajo que lleva a cabo el órgano electivo europeo es una labor que se prolonga desde hace años y que tiene como objetivo que la Unión Europea y su información sean lo más veraces e independientes posible, aplicando una estrategia común que pueda hacer frente a los crecientes riesgos asociados a las injerencias externas.

Sin embargo, las acciones del Parlamento Europeo no parecen dar ningún resultado en la Comisión Europea, que tiene una extraña tendencia a no querer seguir lo que proponen los eurodiputados, elegidos por la voluntad de los ciudadanos europeos.

De hecho, es precisamente en la lucha contra las injerencias extranjeras donde la Comisión Europea está dando marcha atrás, a pesar de la voluntad bien expresada del Parlamento al respecto. Y en lugar de trabajar para presentar el «paquete de defensa de la democracia» la próxima semana, la Comisión decidió proceder a un análisis interno para evaluar las posibles consecuencias de esta propuesta.

Pero en retrospectiva, el paquete no sólo iría dirigido a los hackers y bots chinos y rusos, sino también a las organizaciones no gubernamentales, las conocidas ONG. Estos parecen especialmente susceptibles en este sentido, ya que criticaron duramente el plan que pretende obligar a los grupos de interés a revelar la financiación extranjera.

La retirada de la Comisión se justifica por la necesidad de más tiempo y nuevos análisis para evaluar el impacto que este paquete podría tener en los frentes económico, social y político.

Sin embargo, la necesidad de transparencia es una de las prerrogativas subyacentes a una Unión Europea que quiere ser verdaderamente democrática. La misma necesidad de transparencia, además, en muchos otros ámbitos cuenta con el firme apoyo de las ONG, que no pierden ocasión de proclamar la importancia de los procesos democráticos y transparentes.

Es por ello, pues, que no parece nada peculiar que sobre una propuesta que pretende salvaguardar y proteger a los ciudadanos y la información existan dudas sobre su desarrollo. Quizá porque, bien mirado, los primeros que no son del todo transparentes son precisamente los que buscan la transparencia, pero sólo si y cuando conviene a sus intereses.