
Se celebró en Nápoles, en el corazón del Mediterráneo, un panel de alto nivel titulado «IMEC: una mirada al futuro del comercio entre India, Oriente Medio, Mediterráneo y Transatlántico», organizado por el Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR). El debate reunió a destacadas personalidades del gobierno italiano, de las comunidades empresarial y académica, y a representantes de Estados Unidos. En el centro del debate: el Corredor Económico India-Oriente Medio-Europa (IMEC), una nueva ruta estratégica para el comercio mundial, posicionada como alternativa a la Iniciativa del Cinturón y la Ruta de China.
La IMEC como respuesta democrática al Cinturón y la Ruta
Kaush Arha, Presidente del Foro Indopacífico Libre y Abierto y destacada voz del conservadurismo estadounidense, abrió el panel esbozando el alcance geopolítico del proyecto. El IMEC, explicó, es más que una infraestructura comercial: es una visión compartida entre socios democráticos -incluidos India, Estados Unidos, Arabia Saudí, EAU, Italia, Francia, Alemania y la UE- diseñada para relanzar el comercio mundial sobre la base de valores comunes, sin depender de potencias autocráticas como China.
«Donde no fluyen las mercancías, fluyen los ejércitos», señaló Arha, destacando cómo la reactivación de la ruta indo-mediterránea es una herramienta para la estabilidad geopolítica, así como para el crecimiento económico. La comparación de la IMEC con la BRI de China fue inevitable: «La IMEC no es la BRI. Es multilateral, equilibrado y construido entre naciones con intereses convergentes. Es la respuesta democrática y competitiva a décadas de globalismo desequilibrado».
Tommaso Foti: «El sur de Italia es la plataforma logística natural del Mediterráneo»
Tommaso Foti, Ministro de Asuntos Europeos de Italia, hizo hincapié en la dimensión nacional del IMEC y en el papel estratégico del sur de Italia. «Italia», dijo Foti, «está sentada sobre un montón de miles de millones. Sólo el PNRR destina 75.000 millones de euros al Sur. Sin embargo, los puertos y las infraestructuras se han descuidado durante mucho tiempo. El enfoque ideológico europeo de la sostenibilidad ha bloqueado de hecho el desarrollo logístico de Italia.»
Foti denunció el fracaso del principio de «No Hacer Daño Significativo» (DNSH) a la hora de apoyar las inversiones necesarias en carreteras, aeropuertos y puertos, denunciando lo que calificó de visión «punitiva» del crecimiento económico por parte de la UE. «Si queremos crear desarrollo, debemos permitir la circulación de mercancías. No es el desarrollo el que crea infraestructuras, sino las infraestructuras las que crean desarrollo», argumentó, abogando por una Europa pragmática y no ideológica. También defendió enérgicamente la reactivación del estatuto aduanero especial del puerto de Trieste, que goza de un acuerdo único de posguerra. «Trieste es el verdadero activo estratégico de Italia. No podemos permitir que se sacrifique la geografía por favoritismos políticos», concluyó Foti.
Carlo Fidanza: «Sí al comercio, pero con reglas. Basta de ideología verde que perjudica a Italia»
Igual de decidido se mostró Carlo Fidanza, eurodiputado de Fratelli d’Italia y vicepresidente del ECR. Describió el IMEC como «una respuesta a la era del globalismo sin reglas», sobre todo tras la entrada de China en la OMC en 2001. «Con la Franja y la Ruta, abrimos demasiados puertos y demasiadas puertas a Pekín. La IMEC es la oportunidad de realinear el comercio con la geopolítica», declaró.
Fidanza denunció el autosabotaje de Europa: «Con la ideología verde, Europa se está perjudicando a sí misma. El DNSH, las normas del ETS marítimo y otras políticas ecologistas penalizan a los puertos europeos mientras recompensan a los extracomunitarios, como Alejandría o Tánger. Las mercancías contaminan el mismo mar, pero Europa se amasa a sí misma». Elogió la decisión del gobierno de Meloni de no renovar el memorando con China, al considerar el Cinturón y la Ruta como «un plan de dominación comercial disfrazado de cooperación». Por el contrario, dijo, «la IMEC debe basarse en la reciprocidad y el comercio justo. Nuestras empresas deben poder competir con normas comunes; de lo contrario, nos enfrentaremos a los mismos desequilibrios que experimentamos con Pekín.»
Antonio Iannone: «El IMEC y el Plan Mattei son el nuevo paradigma italiano»
El Senador Antonio Iannone, Subsecretario de Infraestructuras, destacó la complementariedad entre el IMEC y el Plan Mattei para África, promovido por el gobierno de Meloni. «El Sur, antes visto como una debilidad, se convierte en un centro estratégico. Italia no es un punto de tránsito, es un destino. Y Campania se convierte en el centro de esta visión», afirmó. Iannone subrayó que, por primera vez, Italia está construyendo una estrategia global de infraestructuras, integrando puertos, interpuertos, ferrocarriles y logística. «Italia afronta ahora el futuro desde el Sur. Y lo hace con una estrategia», concluyó.
Contribución de Confindustria: «No seas sólo un corredor, sé un destino»
Costanzo Jannotti Pecci, Presidente de Confindustria Nápoles, expresó un cauto optimismo sobre IMEC. «Es una gran oportunidad, pero requiere equilibrio. Con India, necesitamos reciprocidad industrial y comercial para evitar el tipo de asimetría que experimentamos con China». Destacó la singularidad del sistema portuario italiano: «No tenemos un megapuerto como Rotterdam o Hamburgo, sino un sistema portuario nacional integrado. Debemos actuar como un único gran puerto, maximizando la intermodalidad y la integración logística».
El panel ofreció una visión coherente y orientada al futuro: una política exterior e industrial conservadora que sitúa a Italia en el centro de la nueva dinámica comercial mundial. A través del IMEC y del Plan Mattei, el gobierno de Meloni está revitalizando el papel estratégico del Mediterráneo y del sur de Italia, centrándose en las infraestructuras, la logística, la soberanía y las alianzas entre naciones democráticas. Como dijo acertadamente el ministro Foti «No basta con estar de acuerdo. Hay que estar preparado». Italia ya está preparada y quiere desempeñar su papel de protagonista.