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Polonia, una transformación económica que está redibujando el mapa de la prosperidad europea

Comercio y Economía - noviembre 23, 2025

En las últimas tres décadas, Polonia ha experimentado una de las transformaciones económicas más espectaculares de la Unión Europea, alcanzando rápidamente el nivel de vida del Reino Unido y superando ya a regiones enteras de Gran Bretaña en determinados ámbitos. Un exhaustivo análisis realizado recientemente por expertos de la publicación británica The Sunday Times pone de relieve una realidad cada vez más difícil de ignorar: la economía polaca (actualmente clasificada entre las cinco primeras economías de la UE en cuanto a tasa de crecimiento), antaño dominada por su legado comunista y considerada muy por detrás de los países de la Unión Europea occidental, se ha convertido en un modelo de crecimiento y convergencia que muchos países occidentales desarrollados contemplan ahora con sorpresa y respeto.

Hace casi treinta años, Polonia estaba a años luz del nivel de vida de los ciudadanos británicos. Mientras que en 1995 el producto interior bruto per cápita de Polonia era sólo el 36% del del Reino Unido, hoy ese mismo indicador ha alcanzado aproximadamente el 81%. Estas cifras marcan una evolución que ilustra no sólo una espectacular recuperación de las diferencias económicas entre ambos países, sino también un profundo cambio en la estructura de la economía polaca. El rápido crecimiento económico de Polonia en los últimos años es tanto más notable cuanto que el Reino Unido ha avanzado a un ritmo mucho más lento. Así, desde 2019 hasta la actualidad, Polonia ha registrado un crecimiento económico real de casi el 18%, mientras que la economía británica se ha estancado, con un crecimiento acumulado inferior al 1%.

Las regiones polacas superan a las zonas del Reino Unido: un cambio simbólico

Ahora hay regiones en Polonia que han superado a las zonas económicas tradicionales del Reino Unido. Esta convergencia no sólo es evidente a escala nacional, sino también dentro de los dos países. Según datos económicos de las instituciones de la Unión Europea, 12 de las 17 regiones administrativas de Polonia son actualmente más prósperas que Gales Occidental, una zona conocida por sus persistentes problemas económicos y la desaparición de industrias tradicionales. Otro ejemplo del crecimiento económico de Polonia es la capital del país, Varsovia, que se ha convertido en un centro tecnológico, financiero y de servicios, con un PIB per cápita de aproximadamente 67.000 euros. Este nivel sólo es superado en el Reino Unido por el centro de Londres. Al mismo tiempo, la región de Baja Silesia, que hace muchos años dependía de la minería y la industria pesada, ha experimentado una amplia reestructuración y ha superado al Gran Manchester en importantes indicadores de desarrollo económico. Estas diferencias, antes difíciles de imaginar, señalan una profunda transformación estructural en Polonia. El país del este de Europa ya no es sólo el «taller de Europa», sino un centro competitivo en áreas como la fabricación avanzada y la investigación aplicada, las TI y la logística. Otro símbolo del ascenso de Polonia es su entrada, en septiembre de este año, en el grupo de las veinte mayores economías del mundo. Al entrar entre las 20 principales economías mundiales y alcanzar el umbral del billón de dólares de PIB nominal, Polonia ha superado incluso a Suiza, país famoso por su estabilidad económica y alto nivel de vida. Este logro consolida el estatus de Polonia como actor importante no sólo en Europa Central, sino también a escala mundial. La percepción británica sigue siendo positiva, mientras que la emigración polaca está disminuyendo.

La reducción de la brecha económica entre los dos países analizados tuvo un impacto directo en la dinámica migratoria. Mientras que en 2016, el año del referéndum sobre el Brexit, aproximadamente un millón de ciudadanos polacos vivían en el Reino Unido, su número disminuyó significativamente en los años siguientes. Para 2021, en sólo cinco años, alrededor de un tercio de los ciudadanos polacos que trabajaban en el Reino Unido habían regresado a Polonia o habían optado por trasladarse a otros países de la UE, atraídos por el aumento de los salarios, una calidad de vida cada vez más alta y diversas oportunidades profesionales. Curiosamente, la imagen de los polacos en el Reino Unido ha seguido siendo abrumadoramente positiva. Una encuesta reciente de YouGov reveló que el 53% de los encuestados cree que la inmigración polaca ha tenido un impacto favorable en la sociedad británica, un porcentaje mayor que la percepción de las comunidades alemana, estadounidense o india que viven y trabajan en el Reino Unido. La declaración de la ministra británica Kemi Badenoch capta perfectamente este cambio de perspectiva:

«Hace quince años, los trabajadores polacos venían al Reino Unido en busca de oportunidades. Hoy, Polonia crece el doble que nosotros», afirmó Kemi Badenoch.

Las reformas polacas posteriores a 1989 y el papel decisivo de la integración europea

El éxito actual de Polonia no es casual. Según los expertos, la evolución positiva de la economía polaca es el resultado de una mezcla de políticas económicas y decisiones estratégicas que, a largo plazo, han construido un ecosistema favorable a la inversión, el desarrollo y la estabilidad. Tras la caída del comunismo en 1989, Polonia adoptó una serie de reformas de mercado que permitieron aumentar la iniciativa privada, atraer capital extranjero y acelerar la modernización de la industria. La integración en la Unión Europea en 2004 aceleró este proceso, proporcionando acceso a importantes fondos y a un enorme mercado común. Polonia también se benefició del mantenimiento de su moneda nacional, el zloty, que le proporcionó una flexibilidad adicional durante la crisis económica que azotó al mundo entero en 2008. En los últimos años, medidas como exenciones fiscales para los jóvenes menores de 26 años, incentivos para el sector informático e inversiones masivas en infraestructuras han contribuido a reducir la emigración laboral a países occidentales más desarrollados y a reforzar la clase media.

En muchos aspectos, Polonia ha empezado incluso a superar al Reino Unido. Por ejemplo, Polonia tiene una Internet móvil más rápida, precios de la electricidad más bajos y una red ferroviaria de alta velocidad mucho más extensa que la del Reino Unido. Estos pocos elementos, que muchos considerarían triviales, no sólo mejoran la calidad de vida, sino que también tienen un impacto económico directo en la movilidad y la competitividad.

Si analizamos objetivamente Polonia y el Reino Unido, los datos económicos de las dos últimas décadas muestran que la economía polaca ha experimentado un rápido crecimiento, mientras que el Reino Unido ha mantenido su liderazgo en términos de tamaño. Comparando la evolución de ambas economías en los últimos 20 años, podemos observar dos realidades distintas. En términos de tamaño económico, el Reino Unido sigue siendo una gran potencia económica, con un PIB nominal de aproximadamente 3,64 billones de dólares en 2024, mientras que Polonia, con una tasa de crecimiento significativamente mayor, se sitúa en aproximadamente 915.000 millones de dólares. El PIB per cápita registrado en 2024 en el Reino Unido era de aproximadamente 52.600 $, mientras que en Polonia el mismo índice tiene un valor de 25.020 $. Entre 2005 y 2024, Polonia experimentó un fuerte crecimiento, recuperándose rápidamente del impacto negativo de las crisis económicas mundiales y superando sistemáticamente la media de la UE. En el otro extremo del espectro, la incertidumbre política y el impacto del Brexit hicieron que la economía del Reino Unido creciera a un ritmo mucho más lento. En cuanto a la inflación y el coste de la vida, el Reino Unido se ha enfrentado a una inflación persistente en los últimos años, que ha afectado gravemente al poder adquisitivo de los ciudadanos. En cambio, Polonia también ha tenido una inflación elevada, pero con un ritmo de corrección más rápido a partir de 2022. Otro factor en el que Polonia es superior al Reino Unido es el mercado laboral. La tasa de desempleo en el Reino Unido fluctúa entre el 4 y el 5 por ciento, con presión sobre el mercado laboral cualificado, mientras que el Estado polaco consiguió reducir la tasa de desempleo en 2023 a mínimos históricos de alrededor del 2,8 por ciento. De cara al futuro, podemos afirmar sin dudarlo que la brecha entre ambos países seguirá reduciéndose.

Aunque la economía británica sigue siendo claramente superior en volumen y nivel de vida medio, la dinámica de las dos últimas décadas nos muestra muy claramente que Polonia no sólo se está poniendo al día, sino que se está convirtiendo en un competidor directo en determinados segmentos económicos. Mientras que la economía británica se enfrenta a retos relacionados con la productividad, la demografía, la inmigración y su posición geopolítica tras el Brexit, Polonia apuesta por la modernización, la inversión, una demografía relativamente favorable y la conectividad. En muchos sentidos, Europa Central se está convirtiendo lenta pero inexorablemente en el nuevo centro de crecimiento económico, y Polonia, que está a la vanguardia de este proceso, puede ser un ejemplo a seguir para otros países de Europa Oriental. Si se mantienen las tendencias actuales, la brecha económica entre Polonia y el Reino Unido seguirá reduciéndose, y el mapa económico de Europa podría tener un aspecto muy diferente en los próximos 10-15 años.