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Los agricultores europeos en el centro del futuro: Metsola pide una política agrícola más inteligente y justa

Medio ambiente - octubre 15, 2025

La Presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, promete un enfoque de la UE más receptivo y simplificado para apoyar a los agricultores, reforzar la seguridad alimentaria y garantizar la sostenibilidad de las comunidades rurales más allá de 2027.

Los agricultores europeos han sido durante mucho tiempo la columna vertebral del sistema alimentario del continente, pero hoy se enfrentan a retos cada vez mayores: desde las presiones climáticas y la inestabilidad de los mercados hasta la carga de complejas normativas. En su intervención en el Foro Coldiretti sobre Agricultura y Alimentación, celebrado en Roma, la Presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, envió un mensaje claro: la Unión Europea escucha y actúa. «Basta ya de palabras vacías», declaró, subrayando que el Parlamento se compromete a ofrecer resultados reales y tangibles a quienes alimentan a Europa.

En su discurso, Metsola subrayó que el proyecto europeo debe seguir basándose en la capacidad de respuesta y la responsabilidad. «Necesitamos una Europa que escuche y reaccione», dijo, «que garantice la seguridad alimentaria, el crecimiento económico y un futuro viable para las comunidades rurales». Para el presidente maltés, esto significa simplificar la vida de los agricultores y garantizar que la política está al servicio de las personas a las que debe proteger. «Fuimos elegidos con un mandato claro: hacer que las cosas funcionen, simplificar la vida de los agricultores, las familias y las empresas», afirmó.

Reducir la burocracia es uno de los pilares centrales de esta visión. «Simplificar las normas significa permitir planificar, invertir y crecer», explicó Metsola, reflejando un sentimiento creciente entre los responsables políticos y las partes interesadas del sector agrario de que la excesiva burocracia ha obstaculizado la innovación y la planificación a largo plazo. El Parlamento Europeo, señaló, aprobó recientemente medidas concretas destinadas a hacer el trabajo agrícola «más fácil y el futuro más seguro».

Una parte clave de este esfuerzo de reforma se centra en la previsibilidad y la equidad. Metsola esbozó una visión de «menos papeles, menos obstáculos, normas más sensatas», sobre todo para los pequeños agricultores, que a menudo soportan las cargas administrativas más pesadas. También subrayó la importancia de proteger las denominaciones de origen, piedra angular de la identidad culinaria europea. Defender las indicaciones geográficas, argumentó, consiste en «proteger la calidad y la trazabilidad de los alimentos», dando a los consumidores la posibilidad de elegir con conocimiento de causa y salvaguardando al mismo tiempo el patrimonio y los medios de vida de los productores locales.

Más allá de la simplificación, Metsola hizo mucho hincapié en la trazabilidad y la seguridad alimentaria. Pidió controles fronterizos más estrictos y una aplicación coherente de las normas para evitar la competencia desleal y garantizar que los consumidores europeos puedan confiar en los productos que tienen en su mesa. «La seguridad alimentaria», recordó, «es una parte fundamental de la soberanía europea». En un mercado globalizado, mantener esta soberanía significa defender no sólo los intereses económicos de Europa, sino también sus valores sociales y medioambientales.

De cara a la Política Agrícola Común (PAC) después de 2027, Metsola prometió que los agricultores «estarán -y deben estar- en el centro del debate». El objetivo, dijo, es modernizar las herramientas agrícolas de Europa, proteger el presupuesto de la PAC y mantener el foco directamente en «las personas y en quienes crean valor». Esta próxima generación de la PAC debe asegurar unos ingresos justos, fomentar la innovación y garantizar que las zonas rurales no sólo sobrevivan, sino que prosperen. En sus palabras: «La próxima PAC debe proteger los medios de vida de los agricultores, garantizar condiciones justas, apoyar la producción de alimentos y fomentar la innovación para que las comunidades rurales hagan algo más que sobrevivir: deben prosperar.»

Metsola también abordó la política comercial de la Unión Europea, subrayando la necesidad de equilibrio entre apertura y protección. La UE, afirmó, seguirá apoyando un «comercio abierto y justo» y construyendo asociaciones internacionales que generen crecimiento y oportunidades. Sin embargo, fue clara sobre dónde deben estar las prioridades de la UE: «Nuestra primera responsabilidad es hacia quienes producen en Europa». Cuando los agricultores europeos se encuentran en desventaja, insistió, «Europa debe intervenir para defender sus intereses, su calidad y su identidad alimentaria.»

Sus declaraciones reflejan un esfuerzo más amplio de las instituciones europeas por restablecer la confianza en el sector agrícola, un esfuerzo motivado por las recientes protestas de los agricultores, las interrupciones de la cadena de suministro y el aumento de los costes. Defendiendo un enfoque menos burocrático y más centrado en el agricultor, Metsola pretende alinear la política europea con las necesidades reales de quienes trabajan la tierra.

El mensaje de Roberta Metsola en el Foro Coldiretti fue a la vez pragmático y esperanzador. Describió una UE dispuesta a evolucionar, a simplificar y a defender a sus agricultores en un mundo cada vez más competitivo e incierto. «Europa escucha», dijo, y bajo su liderazgo, el Parlamento Europeo pretende demostrar que escuchar lleva a actuar. Para los agricultores europeos, esta promesa puede marcar el comienzo de una nueva era: una era en la que las políticas no sólo se escriban en Bruselas, sino que estén arraigadas en los campos, las comunidades y las tradiciones que mantienen viva a Europa.

 

Alessandro Fiorentino