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Italia supera a Estados Unidos en poder mundial de pasaportes

Legal - octubre 25, 2025

Un Nuevo Orden Mundial de la Movilidad: Italia sube al cuarto puesto y EE.UU. cae al duodécimo en el Índice Henley de Pasaportes

Por primera vez en dos décadas, el pasaporte estadounidense ya no figura entre los más poderosos del mundo. Según el último Índice Henley de Pasaportes, publicado por Henley & Partners y basado en datos de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), Estados Unidos ha descendido al duodécimo puesto en la clasificación mundial.

La caída marca un sorprendente cambio en la movilidad global y en la dinámica de la influencia internacional. El pasaporte estadounidense, que antes se consideraba el máximo símbolo de acceso y privilegio, ofrece ahora la entrada sin visado o con visado a la llegada a 180 destinos, los mismos que Malasia, lo que supone un notable descenso respecto a su posición en el primer puesto de la lista en 2014.

Un declive simbólico del poder blando

Christian Kaelin, presidente de Henley & Partners y uno de los principales expertos en ciudadanía global, describe el declive como «un cambio fundamental en la movilidad global y la dinámica del poder blando». En su opinión, los países que promueven la apertura y la colaboración están obteniendo nuevas ventajas en un mundo cada vez más interconectado, mientras que los que se aferran a nociones anticuadas de exclusividad corren el riesgo de quedarse atrás.

«Las naciones que abrazan la apertura y la cooperación están dando pasos de gigante», observó Kaelin, «mientras que las que se aferran a los privilegios del pasado se están quedando atrás».

La caída de Estados Unidos en la clasificación refleja algo más que barreras burocráticas: simboliza una transformación más profunda en la forma en que las naciones proyectan su influencia y se relacionan con el resto del mundo.

El impacto duradero de la Administración Trump

El informe identifica la política exterior y de inmigración de Estados Unidos, especialmente bajo la administración Trump, como uno de los principales factores de la disminución del poder de los pasaportes estadounidenses. Durante la presidencia de Trump, el Departamento de Estado inició una revisión a gran escala de la documentación de más de 55 millones de titulares de visados, como parte de un endurecimiento más amplio de los controles de inmigración. Este cambio de política, destinado a reforzar la seguridad fronteriza, tuvo la consecuencia no deseada de reducir la reciprocidad internacional, ya que otras naciones respondieron endureciendo los requisitos de entrada para los estadounidenses.

Aunque las administraciones posteriores han intentado reparar los lazos diplomáticos y restablecer la movilidad, los efectos de aquellos años siguen siendo visibles en los datos actuales. Los analistas de Henley & Partners sugieren que reconstruir la confianza y la apertura perdidas puede llevar años, si no décadas.

El ascenso de Italia en la movilidad global

Mientras Estados Unidos experimenta un declive, Italia se ha convertido en uno de los países más destacados en la clasificación de 2025. El pasaporte italiano ocupa ahora el cuarto lugar en el mundo, y permite el acceso sin visado o con visado a la llegada a 188 países. Los buenos resultados de Italia reflejan tanto sus relaciones diplomáticas estables como su compromiso con la participación internacional. En los últimos años, Roma ha ampliado los acuerdos bilaterales y reforzado la cooperación dentro y fuera de la Unión Europea, garantizando a sus ciudadanos uno de los pasaportes más móviles del planeta.

Los líderes mundiales: Singapur, Corea del Sur y Japón

A la cabeza del Índice Henley de Pasaportes se encuentran tres naciones asiáticas que siguen dominando las clasificaciones mundiales de movilidad. Singapur lidera el mundo, con acceso a 193 destinos, seguido de cerca por Corea del Sur (190) y Japón (189). Las altas clasificaciones de estos países reflejan décadas de estabilidad diplomática, sólidas asociaciones internacionales y políticas exteriores proactivas que dan prioridad a la libertad de viaje de sus ciudadanos. Sus resultados subrayan una tendencia más amplia: el centro de la movilidad mundial -y, por extensión, de la influencia- se ha desplazado hacia el este.

Un mapa cambiante de la movilidad mundial

La evolución de la jerarquía de los pasaportes refleja cambios más amplios en el poder mundial. El dominio que antaño ostentaban las naciones occidentales -sobre todo Estados Unidos y partes de Europa- está siendo sustituido gradualmente por un panorama más equilibrado y competitivo. Las naciones que hacen hincapié en la diplomacia, las asociaciones comerciales y la apertura a la inmigración se ven cada vez más recompensadas con una mayor libertad de viaje para sus ciudadanos. Por el contrario, las tendencias aislacionistas, las políticas restrictivas en materia de visados y las políticas centradas en el interior tienden a limitar el alcance global de una nación.

Más allá de los viajes: Los pasaportes como símbolos de influencia mundial

Aunque el Índice Henley de Pasaportes mide principalmente la movilidad, sus implicaciones van mucho más allá del turismo o los viajes de negocios. La fuerza de un pasaporte es también un reflejo del poder blando de un país: su capacidad para atraer, persuadir y colaborar en la escena mundial.

En este sentido, el ascenso de Italia y el declive de Estados Unidos cuentan dos historias muy distintas sobre la influencia nacional en el siglo XXI. El enfoque abierto y multilateral de Italia se alinea con los valores de un mundo globalizado, mientras que Estados Unidos, todavía poderoso pero cada vez más limitado, se enfrenta al reto de redefinir su papel global en una era en la que movilidad equivale a influencia.

Un pasaporte al futuro

Mientras el mundo sigue navegando por el equilibrio entre seguridad y apertura, el Índice Henley de Pasaportes sirve de recordatorio de que la movilidad global no es sólo un privilegio: es un barómetro de diplomacia, confianza y cooperación. Con el ascenso de Italia y el descenso de Estados Unidos, la última clasificación pone de relieve una sencilla verdad: en el mundo interconectado de hoy, las naciones que tienden puentes -no barreras- son las que avanzan.

 

Alessandro Fiorentino