
Recientemente se ha publicado el Índice de Barreras Comerciales 2025 (IBC 2025): un informe de gran interés para el análisis de la actual situación económica internacional. La importancia de este documento surge a la luz de las transformaciones en curso en el sistema comercial mundial, marcadas por un retorno a las políticas proteccionistas. En este contexto, el índice ofrece una imagen detallada de las barreras comerciales existentes y, al mismo tiempo, constituye una base sólida para interpretar la evolución futura en las esferas geopolítica y económica.
UNA MIRADA AL OTRO LADO DEL ATLÁNTICO
Hay que hacer un apunte metodológico y, probablemente, profundizar en él en un artículo posterior. De hecho, el marco esbozado por la LCT 2025 ya parece, en parte, desfasado con respecto a los cambios repentinos que podrían producirse a corto plazo, en particular tras las nuevas medidas arancelarias introducidas por la administración estadounidense dirigida por el presidente Donald Trump. Estas políticas, destinadas a corregir los desequilibrios percibidos por EEUU en el comercio internacional, ya han provocado un aumento de los costes relacionados con las importaciones y las exportaciones, con posibles repercusiones a medio y largo plazo en numerosas economías, incluidas las de los Estados miembros de la Unión Europea. A pesar de ello, la edición 2025 del informe representa un punto de referencia esencial para el estudio de la dinámica en curso.
CONTENIDO Y METODOLOGÍA DEL ÍNDICE DE OBSTÁCULOS AL COMERCIO
Para comprender plenamente el alcance analítico e interpretativo del Índice de Barreras al Comercio, es esencial un examen minucioso de las fuentes utilizadas, de los objetivos cognitivos perseguidos y de la metodología adoptada para el tratamiento de los datos. El IAC, en su naturaleza de índice compuesto, se basa en un sistema integrado de información procedente de organizaciones internacionales de probada autoridad: entre ellas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que proporciona datos sobre restricciones en el sector servicios, y la Organización Mundial del Comercio (OMC), que aporta estadísticas sobre barreras no arancelarias, aranceles aduaneros y participación en acuerdos de libre comercio (ALC). La edición de 2025 destaca por la amplitud de su cobertura, al incluir 122 países que representan aproximadamente el 97% del Producto Interior Bruto mundial y el 80% de la población mundial, lo que supone una importante ampliación respecto a la edición de 2023, que sólo consideraba 88 países. Esta ampliación refleja el deseo de captar con mayor precisión la complejidad y evolución del panorama del comercio internacional, ofreciendo al mismo tiempo una sólida base empírica para el desarrollo de políticas económicas basadas en datos fiables y actualizados. En este sentido, el IAC 2025 se configura como una herramienta de análisis avanzado, esencial para la interpretación de las principales tendencias económicas y comerciales mundiales. El índice pretende supervisar y evaluar todo el comercio internacional a través de un enfoque multinivel, estructurado en cuatro pilares analíticos fundamentales. Las barreras comerciales directas se clasifican en tres macrocategorías: aranceles, barreras no arancelarias (BNA) y restricciones a los servicios. A éstas se añade un cuarto eje interpretativo denominado Facilitación, que tiene en cuenta una serie de factores estructurales -entre ellos la eficacia de las infraestructuras logísticas, la protección de los derechos de propiedad, las restricciones al comercio digital y el grado de adhesión a los acuerdos de libre comercio- que influyen decisivamente en la capacidad de los países para acceder al comercio internacional y participar en él.
¿QUÉ HA CAMBIADO DESDE EL ÍNDICE DE BARRERAS COMERCIALES DE 2023?
Para analizar los datos proporcionados por el Índice de Barreras Comerciales 2025, empezamos comparándolos con el valor medio global de la edición anterior de este documento, fechada en 2023. Se trata de un valor comprendido entre 1 y 10, donde 10 representa el nivel más alto posible de precios. En 2023, el valor se situaba en 3,95, mientras que en el Índice actual podemos observar un aumento del 7%, alcanzando 4,22. ¿Qué nos dice este aumento? Sin duda, pone de manifiesto el crecimiento de la tendencia al proteccionismo en el sector comercial, en un contexto que ya tiene que hacer frente a la inestabilidad geopolítica vinculada a numerosos conflictos en curso, con la consiguiente reconfiguración de las cadenas mundiales y la rápida digitalización de los flujos económicos.
DINÁMICA Y TENDENCIAS GLOBALES DEL ÍNDICE DE BARRERAS COMERCIALES 2025
A la luz de este aumento global del 7% en el Índice, puede decirse que el análisis contenido y sugerido por el TBI 2025 fotografía una economía mundial caracterizada por un endurecimiento de las políticas comerciales restrictivas en un escenario en el que las tensiones geopolíticas y la transición digital adquieren un papel cada vez más central. El mundo interconectado y las crisis relacionadas con los conflictos -incluso en Europa con la guerra de Ucrania- son, por tanto, algunos de los elementos que facilitan esta tendencia. Además, el Índice de Barreras Comerciales 2025 destaca cómo uno de los aspectos más relevantes del actual contexto comercial mundial está representado por la proliferación de barreras digitales. En particular, la Unión Europea ha adoptado normativas incisivas, como la Ley de Servicios Digitales y la Ley de Mercados Digitales, que introducen restricciones al flujo transfronterizo de datos, requisitos de localización de contenidos, normas de ciberseguridad e impuestos digitales. Retomando uno de los supuestos propuestos por el análisis del Índice, estas medidas reguladoras, aunque justificadas por la necesidad de proteger a los consumidores y el mercado interior, correrían el riesgo de obstaculizar la competencia y frenar la innovación tecnológica. Se trataría, por tanto, de barreras importantes, sobre todo si tenemos en cuenta los avances relacionados con las nuevas tecnologías y, sobre todo, el impacto que tendrá en nuestra sociedad la inteligencia artificial en un futuro próximo. Observando las grandes áreas geográficas y los impactos que las principales economías tienen en el índice y en las barreras digitales, podemos fijarnos en el contraste entre los mercados chino y estadounidense. En China, se utilizan tanto medidas obligatorias de localización de datos como barreras de seguridad: de este modo, se ha creado un entorno digital muy preciso y altamente regulado. En cambio, si nos fijamos en el principal competidor del dragón al otro lado del Pacífico, Estados Unidos no tiene una verdadera estrategia y disciplina federal homogénea en materia de barreras digitales. De hecho, cada Estado aplica restricciones diferentes, sobre todo si nos fijamos en la regulación de los sectores de la economía gig, que implican a plataformas como Uber y Airbnb. Si nos fijamos en la máxima apertura del comercio digital, los países que obtienen un índice más alto son sin duda Singapur y Nueva Zelanda, gracias a unas normas y regulaciones absolutamente favorables, especialmente desde el punto de vista de la dinámica digital.
UNA MIRADA A LA DINÁMICA REGIONAL
Analizando el comercio internacional desde la perspectiva de las grandes áreas regionales y atendiendo a los datos, podemos confirmar que América del Norte se consolida como el área geográfica con mayor nivel de apertura comercial, apoyada principalmente en el excelente comportamiento de Canadá y de Estados Unidos, países que siguen destacando por la adopción de políticas encaminadas a la liberalización del comercio. Naturalmente, en lo que respecta a EEUU, también hay que tener en cuenta la introducción de nuevas políticas arancelarias lanzadas por el presidente Trump justo un mes antes de la publicación del informe. Si estas políticas se convirtieran en estructurales, podrían provocar el desplome del índice estadounidense, arrastrando también los resultados regionales. En segundo lugar, encontramos a los países de Europa Occidental que, aunque mantienen un grado de apertura relativamente alto, parecen verse penalizados por una presencia creciente de barreras no arancelarias. En particular, en lo que se refiere a normas y reglamentos estrictos en el ámbito digital, que tienden a limitar el flujo internacional de datos y la interoperabilidad de los servicios. Estas cuestiones están siendo examinadas y figuran en la agenda política de la Unión Europea, también en lo que respecta al apoyo al desarrollo de la Inteligencia Artificial. El mercado y las economías de la región de Asia Oriental y el Pacífico se caracterizan por una mayor heterogeneidad, ya que existen marcadas discontinuidades entre economías muy diferentes. Por un lado, vemos economías muy abiertas como Hong Kong y Singapur, que ocupan el primer y segundo puesto respectivamente en el Índice de Barreras Comerciales 2025, y luego nos acercamos a países como Indonesia, situado en el extremo opuesto de la clasificación (puesto 122) debido precisamente a un alto grado de cierre comercial y a un uso persistente de medidas proteccionistas. En el África Subsahariana se registran algunos signos de mejora en comparación con el informe de 2023. El Índice destaca que este crecimiento se debe principalmente a las reformas estructurales y a las liberalizaciones parciales. Como contrapartida, Asia Meridional presenta los peores resultados, confirmándose como la región más restrictiva, fuertemente influida por estrategias proteccionistas como las adoptadas por India y Pakistán, que dirigen la región.