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La UE presenta una nueva estrategia sanitaria para impulsar la innovación y la resistencia

Salud - diciembre 22, 2025

La biotecnología, la reforma de los productos sanitarios y un Plan de Corazones Seguros pretenden reforzar la competitividad, mejorar el acceso a la asistencia y reducir las desigualdades sanitarias en toda Europa.

La Comisión Europea ha presentado un amplio paquete de medidas destinadas a mejorar la salud de los ciudadanos de la UE, reforzando al mismo tiempo la resistencia y competitividad a largo plazo del sector sanitario europeo. Anunciada ayer, la iniciativa reúne una nueva Ley de Biotecnología, normas revisadas sobre productos sanitarios y un ambicioso Plan de Corazones Seguros para hacer frente a las enfermedades cardiovasculares, principal causa de muerte en la Unión Europea.

En su conjunto, el paquete refleja el intento de Bruselas de construir un ecosistema sanitario más moderno, eficiente e innovador, capaz de suministrar terapias y tecnologías seguras a los pacientes, al tiempo que apoya el crecimiento de una de las industrias más estratégicas de Europa. La Comisión sostiene que unos sistemas sanitarios más fuertes no son sólo una prioridad social, sino también una piedra angular de la soberanía económica y tecnológica de Europa.

Liberar el potencial biotecnológico de Europa

La biotecnología ocupa un lugar central en la estrategia de la Comisión. Es uno de los sectores de más rápido crecimiento en la UE, con más de 900.000 puestos de trabajo -tres cuartas partes de ellos en sanidad- y una aportación cercana a los 40.000 millones de euros a la economía europea. Sin embargo, como se destaca en el reciente informe Draghi, Europa va a la zaga de sus competidores mundiales debido a una regulación fragmentada, una financiación insuficiente y la persistencia de cuellos de botella en la innovación.

La Ley de Biotecnología propuesta pretende colmar esta laguna apoyando la transición de las ideas innovadoras del laboratorio al mercado. Un elemento clave será la exploración de nuevas herramientas de financiación e inversión, incluido un proyecto piloto para inversiones en biotecnología sanitaria desarrollado en cooperación con el Grupo del Banco Europeo de Inversiones. El apoyo específico a la biofabricación pretende reforzar la base industrial europea y reducir las dependencias estratégicas.

Más allá de la financiación, la Ley pretende hacer de Europa un lugar más atractivo para la investigación y la producción. Incentivará a las empresas a mantener sus actividades dentro de la UE, acelerará las autorizaciones de ensayos clínicos en todos los Estados miembros y acelerará el desarrollo de terapias de vanguardia mediante el uso de inteligencia artificial, datos y «sandboxes» reguladores. La simplificación de las normas de la UE y la creación de vías reguladoras unificadas para productos innovadores complejos también deberían reducir los costes y las cargas administrativas para las empresas. En última instancia, el objetivo de la Comisión es fomentar una industria biotecnológica sanitaria líder en el mundo, capaz de aportar beneficios tangibles a los pacientes europeos.

Lucha contra el mayor asesino de Europa

El Plan Corazones Seguros aborda un reto igualmente urgente. Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte prematura en la UE, y se cobran 1,7 millones de vidas cada año. Sin una acción decisiva, se espera que los casos aumenten un 90% para 2050, mientras que el coste económico ya se estima en 282.000 millones de euros anuales.

Se trata del primer planteamiento integral de la salud cardiovascular a escala de la UE, que combina la prevención, la detección precoz y el tratamiento oportuno. El plan se centra en dotar a los ciudadanos de herramientas y terapias personalizadas para predecir y prevenir enfermedades, al tiempo que se abordan los principales factores de riesgo, como el tabaquismo, las dietas poco saludables y el consumo de alcohol. También pretende colmar las lagunas de la investigación e integrar mejor los datos sanitarios, las soluciones digitales y la IA en los sistemas sanitarios nacionales.

Dadas las grandes disparidades en la mortalidad cardiovascular prematura entre los Estados miembros, la reducción de las desigualdades sanitarias es un pilar central del plan. La Comisión apoyará a los países en el desarrollo de estrategias nacionales de salud cardiovascular, creará cuadros de mando para controlar las desigualdades y pondrá en marcha una incubadora para acelerar el uso de la IA en la atención cardiovascular. Además de los beneficios para la salud pública, el Plan Corazones Seguros también pretende estimular la innovación y el crecimiento de las tecnologías cardiovasculares, con objetivos claros fijados para 2035.

Simplificación de las normas sobre productos sanitarios

El tercer pilar del paquete se centra en los productos sanitarios, un sector en el que la UE ya es líder mundial. El sector emplea a casi un millón de personas -la mayoría en pequeñas y medianas empresas- y tiene un valor de unos 170.000 millones de euros. Sin embargo, las normas actuales de la UE han provocado costes innecesarios, atascos normativos y retrasos que afectan tanto a las empresas como a los pacientes.

La propuesta de la Comisión pretende simplificar la legislación, digitalizar los procedimientos y proporcionar un marco más coherente que responda a las cambiantes condiciones del mercado y a las necesidades de los pacientes. Para acelerar el acceso y garantizar la continuidad del suministro, se introducirán plazos para las evaluaciones de conformidad. Se dará a la Agencia Europea de Medicamentos un papel de coordinación más fuerte, que incluirá el seguimiento de la escasez y la gestión de una nueva lista de productos sanitarios críticos.

Al tiempo que mantiene la seguridad de los pacientes como máxima prioridad, la reforma debería permitir un acceso más rápido a dispositivos seguros e innovadores y mejorar la competitividad de Europa. También se garantizarán normas uniformes para los productos sanitarios que incorporen inteligencia artificial. En conjunto, la Comisión estima un ahorro anual de costes de 3.300 millones de euros, incluidos 2.400 millones en reducción de gastos administrativos.

El camino por recorrer

La Vicepresidenta Ejecutiva, Teresa Ribera, resumió el planteamiento subrayando que unos sistemas sanitarios fuertes son esenciales para una Europa resistente. La innovación, la simplificación de los procesos y la inversión sostenida, dijo, son la clave para crear un sector sanitario moderno, justo y dinámico.

Las propuestas legislativas sobre biotecnología y productos sanitarios se presentarán ahora al Parlamento Europeo y al Consejo para su adopción. Al mismo tiempo, la Comisión empezará a trabajar con los Estados miembros para aplicar los objetivos básicos del Plan «Corazones Seguros», lo que supondrá un paso decisivo hacia una Europa más sana y competitiva.

 

Alessandro Fiorentino